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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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viernes, 20 de octubre de 2006

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 20 OCT 2006 (VIS).-El Santo Padre nombró al obispo Edwin Colaco, hasta ahora de Amravati (India), obispo de Aurangabad (superficie 64.525, población 10.176.000, católicos 14.300, sacerdotes 42, religiosos 179) en India.
NER/.../COLACO                            VIS 20061020 (30)

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 20 OCT 2006 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas a siete prelados de la Conferencia Episcopal de Irlanda en visita "ad Limina":

    -Obispo John McAreavey, de Dromore.

    -Obispo Philip Leo O'Reilly, de Kilmore.

    -Obispo Michael Smith, de Meath.

    -Obispo Philip Boyce, O.C.D., de Raphoe.

    -Arzobispo Dermot Clifford, de Cashel.

    -Obispo John Magee, S.P.S., de Cloyne.

    -Obispo John Buckley, de Cork and Ross.
AL/.../...                                VIS 20061020 (70)

CRISTIANOS Y MUSULMANES: AFRONTAR JUNTOS RETOS DEL MUNDO


CIUDAD DEL VATICANO, 20 OCT 2006 (VIS).-Se publica hoy el Mensaje anual para todos los musulmanes con motivo del final del Ramadán, elaborado por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Lo firman el cardenal Paul Poupard y  el arzobispo Pier Luigi Celata, respectivamente presidente y secretario de ese dicasterio. El tema de este año ('Id al-Fitr 1427 E /2006 D.C.) es: "Cristianos y musulmanes, en diálogo confiado para afrontar juntos los retos del mundo".

  Siguen extractos del documento, publicado en inglés, francés, italiano y árabe:

  "Es hermoso poder compartir con vosotros este momento significativo en el ámbito de nuestras relaciones de diálogo. Las circunstancias particulares que acabamos de afrontar juntos, muestran también que, si a veces el camino de un diálogo auténtico puede ser arduo, es en cambio cada vez más necesario".

  "El mes de Ramadán que habéis vivido ha sido también un tiempo de oración y reflexión sobre la difícil situación que atraviesa nuestro mundo. Aunque vemos las cosas buenas y damos por ellas gracias a Dios, es imposible no constatar los graves problemas que atenazan a nuestra época: la injusticia, la pobreza, las tensiones y conflictos internos a los países, pero también entre ellos. La violencia y el terrorismo constituyen una plaga particularmente dolorosa. (...) ¡Cuanta destrucción en pocos minutos de lo que se ha tardado tantos años en construir, a menudo a costa de muchos sacrificios!".

  "Como cristianos y musulmanes, ¿no estamos llamados en primer lugar a ofrecer nuestra aportación específica a la solución de esta grave situación y de estos problemas tan complejos? Está en juego, probablemente, la credibilidad de las religiones, pero también la de los líderes religiosos y la de todos los creyentes. Si no nos comportamos como creyentes, muchos se interrogarán sobre la utilidad de las religiones y sobre nuestra coherencia como hombres y mujeres que se postran ante Dios.

  "Nuestras dos religiones conceden mucha importancia y espacio al amor, la compasión y la solidaridad. (...) Recordando esto, la encíclica (Deus caritas est n.d.r.) subraya la importancia de la caridad fraterna en la misión de la Iglesia: el amor para ser creíble, tiene que ser concreto (...) El amor debe ponerse al servicio de la vida cotidiana, pero también debe buscar soluciones justas y pacíficas a los graves problemas que aquejan al mundo".

  "Allí donde podamos trabajar juntos, no lo hagamos separados. El mundo, y nosotros con él, tiene necesidad de cristianos y musulmanes que se respeten, se estimen y ofrezcan el testimonio de amarse y de actuar juntos por la gloria de Dios y el bien de todos los seres humanos. (...) Será una importante aportación para restablecer y reforzar la paz dentro de las naciones y entre los pueblos".
CON-DIR/RAMADAN/POUPARD:CELATA            VIS 20061020 (460)


PRESENTACIÓN MENSAJE POR EL FINAL DEL RAMADÁN

CIUDAD DEL VATICANO, 20 OCT 2006 (VIS).-Este mañana se presentó en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el Mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso con motivo del final del Ramadán.

  Intervinieron en la presentación el cardenal Paul Poupard, el arzobispo Pier Luigi Celata y los monseñores Felix Anthony Machado y Khaled Akashed, respectivamente presidente, secretario, subsecretario y jefe de oficina para las relaciones con el Islam del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

  El cardenal Poupard afirmó que su dicasterio envía mensajes de buenos deseos a los seguidores de tres de las mayores religiones mundiales: budistas, hindúes y musulmanes y visitan sus oficinas representantes sintoístas, sikhs y de otra religiones orientales. "Estos encuentros -dijo- son intercambiados por el Pontificio Consejo".
 
  Entre las iniciativas del dicasterio,recordó el encuentro en Asís (Italia) del 4 al 8 de noviembre de 100 jóvenes -50 cristianos y 50 pertenecientes a diversas tradiciones religiosas- procedentes de distintos países, con motivo del XX aniversario de la Jornada Mundial de Oración por la Paz (27.X.1986). El objetivo es "reflexionar e intercambiar ideas, con la esperanza de que este encuentro ayude a los jóvenes a ser instrumentos de diálogo, de paz y de esperanza en el mundo".

  A continuación intervino el arzobispo Pier Luigi Celata que trazó a grandes rasgos la historia de los mensajes, comenzada en 1967 por el entonces Secretariado para los no cristianos, que juzgó que el Ramadán "representase un momento oportuno para el dicasterio de la Santa Sede encargado de favorecer las relaciones con las diferentes tradiciones religiosas, de hacerse presente a las diversas comunidades musulmanas expresando sus sentimientos de participación amistosa".

  "En todos estos años -constató el prelado-, ha crecido el aprecio, la atención y el  interés por el mensaje y han aumentado las personalidades musulmanas que han respondido. (...) Es particularmente significativo el aprecio de los obispos, algunos de los cuales lo acompañan con una carta personal".

  Por lo que se refiere al contenido, el arzobispo explicó que "no se limitan a expresiones de buenos deseos, sino que intentan establecer un contacto, de sintonizar con los destinatarios en una dimensión religiosa, basándose en los elementos que llevaron a los padres del Concilio a declarar "la estima por los musulmanes".

  Los mensajes presentan además "temas de interés común, frecuentemente sugeridos por la actualidad, a veces crítica, para  promover una reflexión encaminada a favorecer una comprensión más eficaz de algunos valores humanos fundamentales y una aportación de las dos religiones a la soluciones de diversas situaciones difíciles".

  Monseñor Machado presentó a continuación el volumen recientemente publicado por el dicasterio "Diálogo interreligioso en la enseñanza oficial de la Iglesia católica desde el Concilio Vaticano II hasta Juan Pablo II (1963-2005)". Consta de 1766 páginas y se ha editado contemporáneamente en italiano, francés e inglés.

  En este libro, explicó el subsecretario del Pontificio Consejo, "los católicos pueden hallar fácilmente los motivos teológicos del magisterio para el diálogo interreligioso y a los seguidores de otras religiones se les ofrece la enseñanza oficial de la Iglesia católica sobre las diversas religiones mundiales".
OP/MENSAJE RAMADAN/POUPARD:CELATA            VIS 20061020 (500)


SOLO CRISTO SATISFACE PLENAMENTE LOS DESEOS DEL CORAZON


CIUDAD DEL VATICANO, 20 OCT 2006 (VIS).-El Papa presidió ayer por la tarde una concelebración eucarística en el estadio de fútbol "Bentegodi" de Verona, a la que asistieron más de cuarenta mil personas. Este fue el segundo acto -tras el discurso de ayer en la Feria- de su visita pastoral con motivo del IV Congreso Eclesial Italiano sobre el tema "Testigos de Jesús resucitado, esperanza del mundo", que concluye hoy.

  En la homilía de la misa, que también pudieron seguir otras 60.000 personas a través de pantallas gigantes colocadas en varios lugares de la ciudad, el Santo Padre afirmó que "la certeza de que Cristo ha resucitado nos asegura que ninguna fuerza adversa podrá destruir nunca la Iglesia. Nos anima el hecho de que sólo Cristo puede satisfacer plenamente los anhelos profundos del corazón humano y responder a los interrogantes más inquietantes sobre el dolor, la injusticia y el mal, la muerte y el más allá".

  "Por tanto -continuó-, nuestra fe tiene un fundamento, pero es necesario que esta fe se haga vida en cada uno de nosotros". Por eso, "hay que hacer un gran esfuerzo para que cada cristiano se transforme en un "testigo", que sea capaz y esté dispuesto a asumir el compromiso de dar cuenta a todos y siempre de la esperanza que le anima".

  El Papa subrayó que para ello era "importante volver a anunciar con vigor y alegría el acontecimiento de la muerte y de resurrección de Cristo, corazón del cristianismo, fulcro fundamental de nuestra fe, resorte poderoso de nuestras certezas, viento impetuoso que barre todo miedo e indecisión, toda duda y cálculo humano. Sólo de Dios puede venir el cambio decisivo del mundo. Sólo a partir de la Resurrección se comprende la auténtica naturaleza de la Iglesia y de su testimonio".

  Benedicto XVI manifestó el deseo de que la Iglesia en Italia "recomience desde este Congreso impulsada por la palabra del Señor resucitado que repite a todos y a cada uno: sed en el mundo de hoy testigos de mi pasión y de mi resurrección. En un mundo que cambia, el Evangelio no cambia. La Buena Noticia sigue siendo la misma: ¡Cristo ha muerto y ha resucitado por nuestra salvación! Transmitid a todos en su nombre el anuncio de la conversión y del perdón de los pecados, pero sed vosotros los primeros en dar testimonio de una vida convertida y perdonada". Esto sólo es posible, añadió, con la "fuerza interior del Espíritu del Resucitado".

  "Consagrados con la "unción" del Espíritu Santo -exclamó- id y llevad el anuncio alegre a los pobres, curad las llagas de los corazones rotos, proclamad la libertad de los esclavos, la liberación de los prisioneros, promulgad el año de misericordia del Señor. Reconstruid las ruinas antiguas, restaurad las ciudades desoladas. ¡Son muchas las situaciones difíciles que necesitan una solución! Transmitid al mundo -terminó- la esperanza de Dios, que es Cristo Señor, que ha resucitado de los muertos, y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

  Después de la misa, el Papa se trasladó al aeropuerto de Verona-Villafranca, donde tomó el avión de regreso a Roma.
PV-ITALIA/MISA/VERONA                    VIS 20061020 (520)


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