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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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jueves, 9 de octubre de 2008

EL PAPA RECUERDA A PIO XII EN EL 50 ANIVERSARIO DE SU MUERTE


CIUDAD DEL VATICANO, 9 OCT 2008 (VIS).-El Papa presidió esta mañana en la basílica vaticana una concelebración eucarística con los cardenales con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pío XII.

  El Santo Padre, refiriéndose a las lecturas de la Misa, señaló que el Sirácida "recuerda a cuantos quieren seguir al Señor que deben prepararse a afrontar pruebas, dificultades y sufrimientos" y que a la luz de ese texto bíblico "podemos entender la existencia terrenal" de Pío XII  y su ministerio pontifical, llevado a cabo en los años de la Segunda Guerra Mundial, de la postguerra y de la "guerra fría".

  Benedicto XVI habló del largo servicio a la Iglesia de Pío XII, iniciado en 1901 bajo León XIII y proseguido con San Pío X, Benedicto XV y Pío XI.

  "En Alemania, donde fue nuncio apostólico (...) hasta 1929 -dijo el Papa- dejó tras de sí un grato recuerdo, sobre todo por haber colaborado con Benedicto XV en el intento de parar "la masacre inútil" de la I Guerra Mundial y por percatarse desde sus orígenes del peligro de la monstruosa ideología nacionalsocialista, con su perniciosa raíz antisemita y anticatólica. Creado cardenal en 1929, poco después pasó a ser Secretario de Estado y durante nueve años fue colaborador fiel de Pío XI en una época caracterizada por los totalitarismos: fascista, nazi y comunista soviético, condenados respectivamente en las encíclicas "Non abbiamo bisogno", "Mit Brennender Sorge" y "Divini Redemptoris".

  Benedicto XVI recordó después los "momentos más difíciles del pontificado de Pío XII, cuando advirtiendo la progresiva ausencia de cualquier seguridad humana sentía con fuerza la necesidad de adherir a Cristo, la única certeza que no se desvanece. La Palabra de Dios iluminó su camino, (...) en el que (...) tuvo que consolar a los prófugos y perseguidos (...) y llorar las innumerables víctimas de la guerra".

  "Esta certeza -prosiguió el Papa- acompañó a Pío XII en su ministerio de Sucesor de Pedro, iniciado cuando se cernían sobre Europa y el resto del mundo las nubes amenazadoras de un nuevo conflicto mundial que intentó evitar con todos los medios: "Inminente es el peligro, pero todavía queda tiempo. Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra", gritó en el mensaje transmitido por radio el 24 de agosto de 1939".

  El Santo Padre señaló que "la guerra evidenció el amor que nutría por su "amada Roma", atestiguado por la intensa obra de caridad que promovió en defensa de los perseguidos, sin distinción alguna de religión, de etnia, de nacionalidad o de pertenencia política. (...) ¿Cómo olvidar el mensaje de radio transmitido en la Navidad de 1942? Con voz rota por la conmoción deploró la situación de "cientos de miles de personas que, sin culpa alguna, a veces solo por razones de nacionalidad o de estirpe, están destinadas a la muerte o a una depauperación progresiva", con una clara alusión a la deportación y al exterminio perpetrado contra los judíos".

  Pío XII "actuó a menudo en secreto y en silencio precisamente porque a la luz de las situaciones concretas de ese momento histórico tan complejo, intuía que solo de esa forma podía evitar lo peor y salvar el mayor número posible de judíos".

  El Papa subrayó que el debate histórico sobre la figura de Papa Pacelli "no resaltó todos los aspectos de su variado pontificado". En este contexto recordó los numerosos mensajes y discursos a todas las categorías de personas, "algunos de los cuales conservan todavía hoy una extraordinaria actualidad y siguen siendo un punto de referencia segura. Pablo VI (…) lo consideraba un precursor del Concilio Vaticano II".

  Refiriéndose a algunos documentos de Pío XII, el Santo Padre recordó la encíclica Mystici Corporis" (junio 1943) y la "Divino afflante Spiritu" (septiembre 1943), "que establecía las normas doctrinales para el estudio de la Sagrada Escritura, poniendo de relieve su importancia y su papel en la vida cristiana. Se trata de un documento que testimonia una gran apertura a la investigación científica sobre  los textos bíblicos".

  Benedicto XVI mencionó también la encíclica "Mediator Dei", dedicada a la liturgia (noviembre 1947), con la que "el Siervo de Dios -dijo- dio un impulso al movimiento litúrgico, insistiendo en el "elemento esencial del culto", que "debe ser el interno: es necesario -escribía- vivir siempre en Cristo, dedicarse todo a El, para que en El, con El y por El se dé gloria al Padre".
 
  Tras poner de relieve "el impulso notable que este pontífice imprimió en la actividad misionera de la Iglesia con las encíclicas "Evangelii praecones (1951) y Fidei donum (1957)", el Santo Padre resaltó que "una de sus constantes preocupaciones pastorales fue la promoción del papel de los laicos, para que la comunidad eclesial pudiese usar todas las energías y recursos disponibles. También por este motivo, la Iglesia y el mundo tienen que agradecérselo".

  "Mientras rezamos para que prosiga positivamente la causa de beatificación del Siervo de Dios Pío XII es hermoso recordar que la santidad fue su ideal, un ideal que no dejó de proponer a todos".

  El Papa concluyó recordando que durante el Año Santo de 1950 proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen. "En este mundo nuestro, que como entonces está asediado por preocupaciones y angustias por su futuro, en este mundo, donde quizá más que antes, el alejamiento de muchos de la verdad y de la virtud deja entrever escenarios sin esperanza, Pío XII nos invita a dirigir la mirada a María asunta en la gloria celestial".

  Terminada la misa, el Santo Padre bajó a las grutas vaticanas para rezar ante la tumba de Pío XII.
HML/PIO XII/…                                VIS 20081009 (900)


SEXTA CONGREGACION GENERAL

CIUDAD DEL VATICANO, 9 OCT 2008 (VIS).-A las 09,00 de hoy, jueves 9 de octubre, tuvo lugar la sexta Congregación General, en la que continuaron las intervenciones de los padres sinodales.

  El  presidente delegado de turno fue el cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En esta sesión, que concluyó a las 10,30 para que los asistentes pudieran participar en la misa con motivo del 50 aniversario de la muerte del Siervo de Dios Pío XII, estaban presentes 242 padres.

  Ofrecemos a continuación extractos de algunas intervenciones en el Aula del Sínodo:

OBISPO VINCENT RI PYUNG-HO, DE JEONJU (COREA). "Quisiera compartir mi experiencia personal: desde el principio de mi episcopado en 1990, he tratado de recordar de memoria todos los pasajes bíblicos de la Misa diaria. Por esto en la mayor parte de mi predicación, es suficiente que deje que las palabras de Dios hablen por sí mismas. Así, mi gente lo entiende bien y está contenta cuando escucha directamente la Palabra de Dios y es la misma Palabra de Dios la que  salva a las personas. (…) ¿No es quizás importante incluir en el programa de formación de los sacerdotes, futuros y presentes, una cierta parte de memorización de la Biblia?. En segundo lugar ¿podría establecerse un preciso directorio para lograr una predicación bíblica mejor?".

CARDENAL STANISLAW DZIWISZ, ARZOBISPO DE CRACOVIA (POLONIA). "Parece que a veces los candidatos al sacerdocio tratan el texto de la Sagrada Escritura más bien como un objeto de estudio, sin tener en cuenta su dimensión espiritual. La Escritura no es para ellos la Palabra de su vida. No permite que salga de la Escritura la fuerza de la Palabra capaz de cambiar al ser humano, de convertirlo. Tenemos que volver a pensar el papel de la Palabra de Dios en la formación del seminarista, y por tanto, en la formación permanente de los sacerdotes. (…) El Pueblo de Dios tiene necesidad de sacerdotes apasionados de la Palabra y del servicio. Esta es una de las condiciones indispensables de la nueva evangelización que tanto le preocupaban al Siervo de Dios Juan Pablo II".

OBISPO EMMANUEL LAFONT, DE CAYENNE (FRANCIA). "La Federación Bíblica Católica es un instrumento privilegiado de los obispos para que la Palabra sea fuente de inspiración de toda oración, evangelización, homilía, catequesis, documento episcopal, obra de caridad. Doy testimonio de la fecundidad de la Palabra entre los pequeños y los humildes. Tengo una licenciatura en Sagrada Escritura conseguida en el Instituto Bíblico de Roma, pero los pobres me han abierto todavía más a la fuerza de la Palabra. (...) Los pobres tienen una apertura profunda a la palabra de Dios y la Iglesia tiene el deber de leerla siempre cerca de ellos. Propongo que este sínodo demuestre una gran confianza en el modo en que los pequeños y los laicos en general acogen la Palabra. Mi temor más grande no es que se equivoquen cuando lean la Biblia, es que no la lean en absoluto y que nosotros podamos impedirles que se enamoren de la Palabra debido a las precauciones excesivas".

CARDENAL POLYCARP PENGO, ARZOBISPO DE DAR-ES-SALAAM, PRESIDENTE DEL SIMPOSIO DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES DE AFRICA Y MAGADASCAR (S.C.E.A.M.), (TANZANIA). "Gran parte del continente africano asiste a un fenómeno terrible, el éxodo de los creyentes católicos que abandonan la Iglesia para entrar a formar parte de las sectas pentecostales. Uno de los motivos es la real "distancia entre investigación exegética y formulación teológica", es decir  la falta de colaboración recíproca entre las dos ciencias. El resultado de esa situación es la interpretación errada de la verdad de los textos sagrados y la confusión espiritual. Ese estado de cosas invita a los expertos de la Biblia y de la teología a una colaboración más estrecha".
SE/SEXTA CONGREGACION/…                        VIS 20081009 (610)


QUINTA CONGREGACION GENERAL

CIUDAD DEL VATICANO, 8 OCT 2008 (VIS).-A las 16,30 de hoy, tuvo lugar la quinta Congregación General, en presencia del Santo Padre, durante la cual continuaron las intervenciones de los padres sinodales. El presidente delegado de turno fue el cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo (Brasil).

  Ofrecemos a continuación extractos de algunas intervenciones en el Aula del Sínodo:

ARZOBISPO DONALD WILLIAM WUERL, DE WASHINGTON (EE.UU.). "La liturgia es al mismo tiempo, un acto de culto y un momento de pedagogía. El ciclo trienal de Leccionario en su presentación de las Escrituras, nos brinda la extraordinaria oportunidad de ligarnos al Catecismo de la Iglesia Católica, rico de un bagaje de meditación bíblica que se remonta a dos mil años. Ambos deben considerarse en relación. (...) Nuestra tarea es ayudar a los fieles a comprender que son parte de la Iglesia, una comunidad visible que es también comunión espiritual. La homilía litúrgica representa la mejor oportunidad para que nuestros fieles encuentren la persona viva de Cristo en el ámbito de un contexto eclesiástico y comunitario auténtico. (...) La comprensión del contexto eclesial de la revelación de Dios ayuda  a quienes escuchan la Palabra de Dios no solo a reafirmar el significado de la Palabra, sino también la fidelidad y la adhesión al Cuerpo de Cristo, la Iglesia".

ARZOBISPO TOMASH PETA, DE MARIA SANTISIMA EN ASTANA, PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL (KAZAKISTAN). "En el capítulo III de la primera parte del Documento de trabajo de nuestro Sínodo, hay un bellísimo texto dedicado a la Beata Virgen María: "María, modelo de recepción de la Palabra para el creyente" (...) El Documento de trabajo subraya que el Santo Rosario es una "forma simple y universal de escucha y oración de la Palabra". Estoy convencido de que es importante en nuestro tiempo recordar y promover esta forma de oración porque es el camino para llegar a María, ella, que comprendió y se unió a la Palabra de Dios más que ningún otro. (...) En nuestro país, Kazakistán,  en Asia central, una innumerable cantidad de católicos, deportados a esta región, no tuvieron durante decenios la posibilidad de acceder a los sacerdotes, iglesias, Biblias o sacramentos (excepto el bautismo de los hijos que ellos mismos administraban), pero tenían el Rosario. Gracias a la oración del Santo Rosario consiguieron conservar la fe, la comprensión de las verdades fundamentales de la religión católica, la dignidad y la esperanza en tiempos mejores".

OBISPO EDUARDO PORFIRIO PATIÑO LEAL, DE CÓRDOBA (MÉXICO). "Hoy asume un particular relieve ayudar a comprender la justa relación entre Revelación pública y constitutiva del Credo cristiano y las revelaciones privadas, discerniendo la pertinencia de éstas a la fe genuina.(...) El número 7 del "Instrumentum laboris" constata que frecuentemente la experiencia religiosa actual es "más emotiva que convencida, a causa del escaso conocimiento de la doctrina": se está tendiendo más bien hacia lo subjetivo y al gusto por hacerse una religión al modo propio de cada persona. Gente sencilla y de buena voluntad es atraída por supuestas manifestaciones, pero, a veces se convierten en grupos religiosos aislados en el interior de la Iglesia Católica que propagan devociones y líneas de espiritualidad cuyo origen se remite a "mensajes o revelaciones privadas", que deben valorarse con cautela y deben en todo caso impulsar a la Revelación Pública integral en la Tradición viva de la Iglesia. Se propone reafirmar la doctrina de la "Dei Verbum" 4 y el Catecismo de la Iglesia Católica 66-67, y la recomendación a los pastores de encauzar oportunamente estas experiencias religiosas, con criterios actualizados al ambiente de movilidad y globalización que vivimos".

CARDENAL ZENON GROCHOLEWSKI, PREFECTO DE LA CONGREGACION PARA LA EDUCACION CATOLICA (CIUDAD DEL VATICANO). "Actualmente se multiplican los institutos de estudio, sobre todo para laicos y personas consagradas, pero al mismo tiempo parece aumentar la ignorancia religiosa. El reciente estudio, comisionado por la Federación Bíblica Católica en 10 países europeos, ha demostrado una ignorancia increíble de los fieles acerca de las nociones elementares relativas a la Biblia, como: "¿Los Evangelios son parte de la Biblia?", "¿Escribió Jesús los libros de la Biblia?", "¿Quién, Moisés o Pablo, era un personaje del Antiguo Testamento?", etc. Una tal ignorancia constituye un terreno fértil para las sectas.(...) Nos esforzamos mucho, pero quizás no distribuimos nuestras fuerzas de manera razonable en las diversas formas y grados de enseñanza. (…)Es preciso atribuir importancia a las verdades fundamentales de fe, enlazadas con la Palabra de Dios, porque determinan nuestra vida cristiana, nuestra relación con el Señor, nuestra alegría cristiana".

OBISPO OSCAR MARIO BROWN JIMÉNEZ, DE SANTIAGO DE VERAGUAS (PANAMÁ). "En el número 35 del "Instrumentum laboris", se afirma que este sínodo, sobre La Palabra de Dios en la Vida y Misión de la Iglesia, está en relación de continuidad con el precedente, sobre La Eucaristía, fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia. (…) No se deben yuxtaponer las dos partes del rito, la liturgia de la palabra y la liturgia de la eucaristía, se dice, como si fuesen independientes una de otra, pues ambas están íntimamente unidas entre sí, y forman un único acto de culto. (…) En la liturgia de la palabra, como en la de la eucaristía, en la misa, está realmente presente el Señor de la pascua en un diálogo en el que Dios toma la iniciativa de dirigirse al hombre con su palabra y éste le responde con fe, obediencia y conversión. Esta presencia está latente en el Antiguo Testamento y patente en el Nuevo".

OBISPO PETER LIU CHENG-CHUNG, DE KAOHSIUNG (CHINA). "La pregunta es:¿cómo hay que hacer para que el Kerygma y la proclamación de la palabra viva de Dios sean más accesibles a los fieles? ¿Cómo puede este Kerygma - este encuentro con la Palabra de Dios- ser un dialogo auténtico entre Cristo y los fieles? La respuesta está en reconocer al Espíritu Santo en esta proclamación de la palabra viva de Dios. Es el Espíritu Santo quien confiere a cada católico bautizado dones y carismas, que, a su vez, son aportaciones a la Iglesia local.
Queremos invitar a los obispos y a los párrocos a que traten de abrirse a estas realidades en la comunidad local de los fieles. Y es en estas pequeñas comunidades a nivel parroquial donde la Palabra proclamada puede transformarse en una entidad viva. Poco a poco, los fieles de estas comunidades pueden rezar juntos la Liturgia de las horas y llevar adelante las celebraciones comunitarias del Sacramento de la Penitencia (con confesiones individuales). En este contexto las Escrituras están íntimamente ligadas a la liturgia como signo de Dios que dialoga con su pueblo especialmente en la Eucaristía".
SE/QUINTA CONGREGACION/…                        VIS 20081009 (1100)


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