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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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martes, 30 de junio de 2009

OBISPOS VIETNAM: SEGUIR DANDO TESTIMONIO DON DE LA FE


CIUDAD DEL VATICANO, 27 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana a los prelados de la Conferencia Episcopal de Vietnam que acaban de realizar su visita "ad limina".

  El Papa recordó al inicio la figura del cardenal Paul Joseph Pham Dinh Tung, fallecido en febrero de este año, que fue arzobispo de Ha Noi durante muchos años. Asimismo pidió que "el ejemplo de santidad, de humildad, de sencillez de vida de los grandes pastores del país les estimulen en el ministerio episcopal al servicio del pueblo vietnamita, al que manifiesto mi profunda estima".

  Refiriéndose al Año Sacerdotal, Benedicto XVI subrayó que "el presbítero, para ser un guía auténtico y conforme al corazón de Dios y a la enseñanza de la Iglesia, debe profundizar en su vida interior y tender a la santidad como el humilde Cura de Ars".

  "En la Carta pastoral del año pasado, -continuó dirigiéndose a los obispos-, dedicasteis una atención particular  a los fieles laicos, haciendo hincapié en el papel de su vocación en el ámbito familiar". En este contexto, el Papa dijo que los "laicos católicos deben mostrar con su vida basada en la caridad, la honradez, el amor por el bien común, que un buen católico también es un buen ciudadano. Para ello, prestad especial atención a su buena formación, promoviendo su vida de fe y su nivel cultural para que puedan servir eficazmente a la Iglesia y a la sociedad".

  El Santo Padre manifestó el deseo de que "se desarrolle una pastoral apropiada para los jóvenes emigrantes internos, comenzando por reforzar, allí también, la colaboración entre las diócesis de origen y las de acogida, dándoles consejos éticos y directivas prácticas". 

  Tras recordar que en 2010 se conmemora el cincuenta aniversario de la erección de la jerarquía episcopal vietnamita, el pontífice señaló que "en esta ocasión, el pueblo de Dios está invitado a dar gracias por el don de la fe en Jesucristo. Este don ha sido acogido generosamente, vivido y testimoniado por muchos mártires, que quisieron proclamar la verdad y la universalidad de la fe en Dios".

  Benedicto XVI afirmó que "es necesaria una colaboración más estrecha entre las diferentes diócesis, entre las diócesis y las congregaciones religiosas, así como entre estas últimas".

  "Es posible -añadió- una sana colaboración entre la Iglesia y la comunidad política. (…) La Iglesia no pretende sustituir a los responsables del gobierno, sino que únicamente desea, mediante un espíritu de diálogo y de colaboración respetuosa, participar en la vida de la nación, al servicio de todo el pueblo".

  El Papa concluyó subrayando que las religiones "no constituyen un peligro para la unidad de la nación, porque tienen como fin ayudar al individuo a santificarse y, a través de sus instituciones, desean ponerse con generosidad y de manera desinteresada al servicio del prójimo".
AL/…/VIETNAM                                VIS 20090630 (480)

CATOLICOS Y ORTODOXOS, LLAMADOS A UNA SOLA ESPERANZA


CIUDAD DEL VATICANO, 27 JUN 2009 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla con motivo de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo. Siguiendo la tradición de todos los años, Su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico, envía en estas fechas a Roma una delegación, respondiendo a la visita de la enviada por el Santo Padre al Fanar en la festividad de San Andrés, hermano de San Pedro y protector de la Iglesia de Constantinopla.

  Este año, la delegación estaba formada por el Metropolita Emmanuel, de Francia, director de la Oficina de la Iglesia Ortodoxa ante la Unión Europea, por el obispo Athenagoras, de Sinope y asistente del Metropolita de Bélgica y por el diácono Ioakim Billis de Fanar.

  Dándoles la bienvenida, el Papa dio las gracias a Dios "por todos los frutos y beneficios aportados por la celebración del bimilenario del nacimiento de San Pablo" y afirmó que juntos celebrarían "en concordia la festividad de los Santos Pedro y Pablo, los "protothroni" de los apóstoles, como los invoca la tradición ortodoxa, es decir los que ocupan el primer lugar entre los apóstoles y son llamados "maestros del ecumene".

  "Con vuestra presencia, que es un signo de fraternidad eclesial -dijo el Papa-, nos recordáis el compromiso común para alcanzar la comunión plena. Ya lo sabéis, pero quiero confirmar una vez más que la Iglesia Católica quiere contribuir de todas las formas posibles al restablecimiento de la plena unidad, respondiendo a la voluntad de Cristo para sus discípulos y recordando la enseñanza de Pablo, que nos recuerda que estamos llamados a "una sola esperanza".

  En esa perspectiva, el Santo Padre habló de la "confianza en la buena marcha de los trabajos" de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre ortodoxos y católicos, que se reunirá el próximo mes de octubre "para afrontar un tema crucial de las relaciones entre Oriente y Occidente: el papel del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia durante el primer milenio".

  "El estudio de este aspecto -prosiguió-, es realmente indispensable para profundizar esa cuestión en el marco actual de la búsqueda de la plena comunión". Benedicto XVI señaló que la Comisión será recibida por la Iglesia Ortodoxa de Chipre, a la que agradeció su  "acogida fraternal, (...) que facilitará nuestra tarea y nuestra comprensión recíproca".

  "Quiero que los participantes en el diálogo católico-ortodoxo sepan que mis oraciones les acompañan y que este diálogo cuenta con todo el apoyo de la Iglesia Católica -concluyó el Santo Padre-. Deseco de todo corazón que se superen en el amor fraternal  los malentendidos y tensiones producidos entre los delegados ortodoxos en las últimas sesiones plenarias de la comisión para que este diálogo represente con mayor amplitud a la ortodoxia".
AC/DELEGACION CONSTANTINOPLA /EMMANUEL       VIS 20090630 (470)

CARDENAL SODANO EN CELEBRACION MILENIO LITUANIA


CIUDAD DEL VATICANO, 27 JUN 2009 (VIS).-Hoy se hizo pública una carta del Papa, escrita en latín y fechada el 23 de junio, en la que nombra al cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, legado pontificio para la celebración del Milenio de Lituania, que tendrá lugar en Vilnius el 6 de julio.

  Acompañarán al purpurado, monseñor Grintaras Grusas, secretario de la Conferencia Episcopal de Lituania; padre Lionginas Virbalas, S.I.; monseñor Piero Pioppo, consejero de nunciatura en servicio en la Secretaría de Estado y monseñor Jean-François Lantheaume, consejero de la nunciatura apostólica en Lituania.
BXVI-CARTA/LEGADO PONTIFICIO /SODANO:VILNIUS       VIS 20090630 (110)

AUDIENCIAS


CIUDAD DEL VATICANO, 27 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Cuatro prelados de la Conferencia Episcopal de Vietnam en visita "ad limina":

    -Arzobispo Etienne Nguyên Nhu Thê, de Huê, con el obispo auxiliar François Xavier Lê Vàn Hông.

    -Obispo Vincent Nguyên Vàn Ban, de Ban Mê Thuôt.

    -Obispo Joseph Chau Ngoc Tri, de Dà Nang.

-Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos.
AL:AP/.../...                                   VIS 20090630  (80)

PABLO EJEMPLO DE SACERDOTE IDENTIFICADO CON SU MINISTERIO


CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre se asomó hoy a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

  Antes de la oración mariana el Papa habló de la clausura, esta tarde en San Pablo Extramuros, del Año Paulino que ha sido, dijo, "un verdadero tiempo de gracia en el que mediante las peregrinaciones, catequesis, numerosas publicaciones y diversas iniciativas la figura de san Pablo se ha vuelto a presentar en toda la Iglesia y su vibrante mensaje ha reavivado en las comunidades cristianas, la pasión por Cristo y por el Evangelio".

  Después se refirió al recién inaugurado Año Sacerdotal, convocado con motivo del 150 aniversario  de la muerte de San Juan Maria Vianney, el "Cura de  Ars", y cuyo objetivo es "contribuir a la promoción del compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para dar un testimonio evangélico más fuerte e incisivo en el mundo de hoy".

  En este sentido, explicó el Santo Padre, "el apóstol Pablo es un modelo espléndido de imitación (...) por su amor a Cristo, el empeño en el anuncio del Evangelio, la entrega a la comunidad y la elaboración de eficaces síntesis de teología pastoral. San Pablo es un ejemplo de sacerdote totalmente identificado con su ministerio, como después lo fue también el Santo Cura de Ars, conciente de ser portador de un tesoro inestimable, el mensaje de la salvación, pero de llevarlo en una "vasija de creta".

  "El amor de Cristo nos posee, escribe el Apóstol. Este puede ser el lema de todo sacerdote "encadenado por el Espíritu", para convertirse -concluyó el Papa- en un fiel administrador de los misterios de Dios".
ANG/SACERDOTES/...                           VIS 20090630 (300)

BENEDICTO XVI CLAUSURA EL AÑO PAULINO


CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2009 (VIS).-Esta tarde, en la basílica de San Pablo Extramuros, el Papa presidió las primeras vísperas en la solemnidad de  los santos apóstoles Pedro y Pablo, clausurando así el Año Paulino. En el acto estuvo presente una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, presidida por el metropolita Emmanuel de Francia.

  Benedicto XVI, ante el sarcófago de Pablo, que se halla bajo el altar papal, recordó que se había efectuado recientemente un detallado análisis científico que había revelado, además de la presencia de un precioso tejido de lino púrpura y granos de incienso,  fragmentos óseos, que sometidos al procedimiento del Carbono 14  resultaron ser de una persona vivida entre los siglos I y II. "Este hecho parece confirmar -dijo el Papa- la  tradición de que se trata de los restos mortales del apóstol Pablo, lo que llena nuestro ánimo de una emoción profunda".

  Pablo sigue siendo, afirmó el Santo Padre, "maestro de las gentes", que quiere llevar el mensaje del Resucitado a todos los hombres, porque Cristo conoció y amó a todos; y murió y resucitó por todos ellos." Y para explicar la enseñanza del apóstol se refirió en primer lugar a la "Carta a los Romanos", donde éste escribe "como cosa fundamental, que con Cristo comenzó un nuevo modo de venerar a Dios, un nuevo culto (...). Ya no se ofrecen cosas a Dios. Nuestra propia existencia debe convertirse en alabanza a Dios".

  La Carta -prosiguió el pontífice- indica dos palabras decisivas para este fin: "transformar y renovar. Debemos convertirnos en hombres nuevos, transformados en un nuevo modo de existencia. El mundo siempre está a la búsqueda de la novedad, porque con razón está siempre descontento de la realidad concreta. Pablo nos dice: el mundo no puede ser renovado sin hombres nuevos. (...) El Apóstol nos exhorta a un "no conformismo". En nuestra Carta se dice: no hay que someterse al esquema de la época actual".

  Pablo aclara todavía más este proceso "diciendo que nos convertimos en nuevos si transformamos nuestro modo de pensar" y que "la renovación debe llegar al fondo. (...) El pensamiento del hombre viejo, el modo de pensar común apunta en general hacia la posesión, el bienestar, la influencia, el éxito, la fama. Pero ese alcance es muy limitado. En último análisis, el propio "yo" es el centro del mundo. Debemos aprender a pensar de manera más profunda, (...) aprender a comprender la voluntad de Dios, para que plasme nuestra voluntad. Para que queramos lo que Dios quiere, para que reconozcamos que lo que Dios quiere es lo bello y lo bueno".

  En la Carta a los Efesios, el apóstol escribe, comentó el Papa, que "con Cristo tenemos que alcanzar la edad adulta, una humanidad madura. (...) Pablo desea que los cristianos tengamos una fe "responsable", una fe "adulta". La palabra "fe adulta" en los últimos decenios se ha convertido en un eslogan. A menudo se considera como la actitud de los que ya no  escuchan  a la Iglesia y a sus pastores, sino que deciden de forma autónoma lo que quiere creer y no creer -es decir, una fe a medida-. Este hecho se presenta como "valentía" de expresarse en contra del Magisterio de la Iglesia. Para  esto no hace falta  la valentía, porque siempre se puede estar seguro del aplauso público".

  "Hay que ser valientes, en cambio, para unirse a la fe de la Iglesia, aunque contradiga el "esquema" del mundo contemporáneo. Este "no-conformismo" de la fe es lo que Pablo llama una "fe adulta". Califica en cambio como infantil, el correr detrás de los vientos y de las corrientes del tiempo".

  "Forma parte de la fe adulta, por ejemplo, comprometerse con la inviolabilidad de la vida humana desde el primer momento de su concepción, oponiéndose con ello de forma radical al principio de la violencia, precisamente en defensa de las criaturas humanas más vulnerables. Forma parte de la fe adulta reconocer el matrimonio entre un hombre y una mujer para toda la vida como ordenado por el Creador, reestablecido nuevamente por Cristo. La fe adulta no se deja transportar de un lado a otro por cualquier corriente"

  "Pero Pablo -observó el Papa- no se detiene en la negación, sino que nos lleva hacia el gran "sí", porque " el nuevo modo de pensar, que nos da la fe, se dirige en primer lugar  hacia la verdad. El poder del mal es la mentira. El poder de la fe, el poder de Dios, es la verdad. (...) Y Dios se hace visible a nosotros en el rostro de Jesucristo. Mirando a Cristo reconocemos una cosa más: verdad y caridad son inseparables.

  "El apóstol nos dice que, actuando según la verdad en la caridad, contribuimos a hacer que el todo -el universo- crezca hacia Cristo. Pablo, sobre la base de su fe, no se interesa sólo por nuestra personal rectitud o por el crecimiento de la Iglesia. (...) La finalidad última de la obra de Cristo es el universo -la transformación del universo, de todo el mundo humano, de la entera creación. Quien junto con Cristo sirve a la verdad en la caridad, contribuye al verdadero progreso del mundo".

  Por último, Benedicto XVI recordó que en la Carta a los Efesios, el apóstol habla de la necesidad de "ser "fortalecidos en el hombre interior". (...) El vacío interior -la debilidad del hombre interior- es uno de los problemas más grandes de nuestro tiempo. Tiene que reforzarse la interioridad -la perspectiva del corazón; la capacidad de ver y comprender el mundo y el hombre desde dentro, con el corazón. Tenemos necesidad de una razón iluminada desde el corazón, para aprender a actuar según la verdad en la caridad".
HML/ CLAUSURA AÑO PAULINO/...                   VIS 20090630 (960)

SER PASTOR ES ESTAR A DISPOSICION DE LOS SERES HUMANOS


CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2009 (VIS).-A las 9,30 de hoy, solemnidad de San Pedro y San Pablo, Apóstoles, el Papa presidió en la basílica vaticana la concelebración eucarística con 34 arzobispos metropolitanos a los que impuso el palio.

  Al inicio de la homilía, el Santo Padre saludó en particular a los miembros de la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, encabezados por su Eminencia Emmanuel, metropolita de Francia, director de la Oficina de la Iglesia Ortodoxa ante la Unión Europea.

  Comentando la Primera Carta de San Pedro, Benedicto XVI explicó que está centrada en la figura de Cristo, a quien el Apóstol llama "el pastor y custodio de las… almas", mientras el texto griego usa la palabra "epíscopos" (obispo).

  "Sorprende -continuó- que Pedro llame a Cristo mismo obispo - obispo de las almas. (...)  Esto significa que Él nos ve en la perspectiva de Dios. Mirando a partir de Dios, se tiene una visión de conjunto, se ven los peligros como también las esperanzas y las posibilidades. En la perspectiva de Dios se ve la esencia, se ve el hombre interior. Si Cristo es el obispo de las almas, el objetivo es evitar que el alma del ser humano se empobrezca, es tratar de que no pierda su esencia, la capacidad para la verdad y el amor. Tratar de que conozca a Dios; que no se pierda en callejones sin salida; que no se pierda en el aislamiento. (…) Ser obispo, ser sacerdote significa en esta perspectiva, (…) estar a disposición de los hombres, para que encuentren la vida".

  Tras poner de relieve que "la palabra "obispo" se acerca mucho al término "pastor", el Papa dijo que el pastor "debe saber también resistir a los enemigos, a los lobos. Debe preceder, indicar el camino, conservar la unidad del rebaño. (…) Ser pastor - modelo del rebaño, significa vivir la Palabra ahora, en la gran comunidad de la santa Iglesia".

  "Como pastores de nuestro tiempo -afirmó- tenemos la tarea de comprender nosotros primero la razón de la fe. El deber de que no sea simplemente una tradición, sino reconocerla como respuesta a nuestras preguntas. (…) Forma parte de nuestros deberes como pastores penetrar la fe con el pensamiento para poder mostrar la razón de nuestra esperanza en la disputa de nuestro tiempo. (…) La fe no debe ser una teoría: debe ser vida. (…) De una certeza así vivida se deriva la capacidad de comunicar la fe a los demás de modo creíble".

  Benedicto XVI señaló que al inicio de la Carta, San Pedro "nos dice que la meta de nuestra fe es la salvación de las almas". En este contexto subrayó que "el descuido de las almas, el empobrecimiento del hombre interior no destruye solo al individuo, sino que amenaza el destino de la humanidad en su conjunto. Sin curación de las almas, sin curación del ser humano desde dentro, no puede haber salvación para la humanidad. San Pedro calificaba a la verdadera enfermedad de las almas como ignorancia, es decir, como no conocimiento de Dios. Quien no conoce a Dios, quien al menos no lo busca sinceramente, queda fuera de la verdadera vida".

  "La obediencia a la verdad purifica el alma. Convivir con la mentira la contamina. La obediencia a la verdad comienza con las pequeñas verdades de lo cotidiano, que con frecuencia pueden ser costosas y dolorosas. Esta obediencia se extiende después hasta la obediencia sin reservas frente a la Verdad misma que es Cristo. Esta obediencia nos hace no sólo puros, sino, sobre todo también libres para el servicio a Cristo y también a la salvación del mundo".

  Dirigiéndose finalmente a los arzobispos que iban a recibir el palio, dijo: "Este recuerda el rebaño de Jesucristo, que debéis apacentar en comunión con Pedro. (…) Nos recuerda el hecho que Él, el Pastor Supremo, quiso hacerse Cordero para hacerse cargo desde dentro del destino de todos nosotros; para llevarnos y sanarnos desde dentro".
HML/SAN PEDRO/…                                VIS 20090630 (670)

EL PAPA ANUNCIA SU PROXIMA ENCICLICA: "CARITAS IN VERITATE"


CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2009 (VIS).-El Papa se asomó este mediodía a la ventana de su estudio privado que da a la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus con miles de peregrinos allí congregados.

  En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, Benedicto XVI felicitó especialmente a los fieles de la comunidad de Roma, su diócesis, y aseguró que rezaba "constantemente para que esta ciudad mantenga viva su vocación cristiana, no solo conservando inalterado su inmenso patrimonio espiritual y cultural, sino también para que sus habitantes traduzcan la belleza de la fe recibida en modos concretos de pensar y de actuar, y ofrezcan así a cuantos, por diferentes razones vienen a esta ciudad, una atmósfera llena de humanidad y de valores evangélicos".

  "La solemnidad de hoy -continuó- reviste también un carácter universal: expresa la unidad y la catolicidad de la Iglesia. Por eso, cada año en esta fecha, vienen a Roma los nuevos arzobispos metropolitanos para recibir el palio, símbolo de comunión con el Sucesor de Pedro".

  El Santo Padre pidió que la veneración común de "estos mártires -Pedro y Pablo- sea prenda de comunión cada vez más plena y sentida entre los cristianos de todo el mundo".

  Después del Angelus, Benedicto XVI señaló que "es inminente la publicación de mi tercera encíclica, que lleva por título 'Caritas in veritate'. Retomando las temáticas sociales contenidas en la (encíclica) "Populorum progressio", escrita por el Siervo de Dios Pablo VI en 1967, este documento -que lleva la fecha de hoy, 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo- trata de profundizar en algunos aspectos del desarrollo integral en nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad".

  "Confío a vuestras oraciones -terminó- esta ulterior contribución que la Iglesia ofrece a la humanidad en su compromiso por un progreso sostenible, que respete plenamente la dignidad humana y las exigencias reales de todos".
ANG/SAN PEDRO:ENCICLICA/…                        VIS 20090630 (330)

SER SIEMPRE SIGNOS DE UNIDAD ENTRE LOS FIELES


CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2009 (VIS).-El Papa recibió este mediodía a los 34 arzobispos metropolitanos, acompañados por sus familiares, que ayer recibieron el palio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, Apóstoles.

  Dirigiéndose en diferentes idiomas a los prelados, el Santo Padre pidió a los arzobispos italianos que en este Año Sacerdotal que acaba de comenzar fueran "pastores ejemplares, entregados y llenos de amor por el Señor y por vuestras comunidades. De este modo, podréis guiar y sostener sólidamente a los sacerdotes, vuestros primeros colaboradores en el ministerio pastoral, y cooperar eficazmente en la difusión del Reino de Dios en la querida tierra italiana".

  Benedicto XVI alentó a los arzobispos metropolitanos de lengua española a que "siguiendo las huellas de Jesucristo, el Buen Pastor" fueran "siempre signos de unidad en medio de los fieles, afianzando vuestros lazos de comunión con el Sucesor de Pedro, con vuestros obispos sufragáneos y con todos los que colaboran en vuestra misión evangelizadora. En este Año Sacerdotal apenas iniciado, llevad muy dentro del corazón a vuestros presbíteros, quienes esperan de vosotros un trato afable, como padres y hermanos que los acogen, escuchan y se preocupan de ellos".

  Al arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki, de Lviv de los Latinos (Ucrania), el Papa le agradeció su "servicio a la Iglesia, como colaborador mío y antes, de mi venerado predecesor Juan Pablo II".
AC/…/ARZOBISPOS METROPOLITANOS                    VIS 20090630 (240) 

TELEGRAMA POR ACCIDENTE FERROVIARIO EN VIAREGGIO


CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2009 (VIS).-Sigue el telegrama enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, en nombre del Santo Padre al arzobispo Benvenuto Italo Castellani, de Lucca (Italia), con motivo de la explosión, la pasada noche, de un tren de mercancías en la estación de Viareggio, que ha causado hasta ahora 13 muertos y numerosos heridos, algunos en condiciones de extrema gravedad.

  "El Santo Padre, que ha recibido la noticia del grave incidente en la estación de Viareggio, expresa su profunda participación en el dolor que afecta a toda la ciudad. Garantiza su ferviente oración de sufragio por todos los que han sufrido una muerte tan trágica e invoca al Señor la pronta curación de los heridos. Confía a la maternal protección de la Santísima Virgen a todos los afectados por este evento dramático y les envía, como prenda de consuelo, su bendición apostólica".
TGR/INCIDENTE FERROVIARIO/VIAREGGIO           VIS 20090630 (160)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Padre Gerard Tlali Lerotholi, O.M.I., arzobispo metropolitano de Maseru (superficie 7.739, población 813.362, católicos 364.858, sacerdotes 87, religiosos 386) en Lesotho. El obispo electo nació en 1954 en St. James (Lesotho), pronunció los votos perpetuos en 1981, fue ordenado sacerdote en 1982 y hasta ahora era profesor en la Universidad Nacional de Lesotho. Sucede al arzobispo Bernard Mohlalisi, O.M.I., cuya renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis fue aceptada por límite de edad.

-Padre Augustinus Tuamole Bane, O.M.I., obispo de Leribe (superficie 5.129, población 424.400, católicos 230.069, sacerdotes 39, religiosas 226) en Lesotho. El obispo electo nació en 1947 en Motsistsengf Mokhotlong (Lesotho), pronunció los primeros votos en 1971, fue ordenado sacerdote en 1977 y hasta ahora era Superior del Mater Iesu Scholasticate, Roma (Maseru). Sucede al obispo Paul Khoarai, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada por límite de edad.

  El pasado sábado, 27 de junio, se hizo público que el Papa nombró:

-Don Manuel da Silva Rodrigues Linda obispo auxiliar de Braga (superficie 2.857, población 959.000, católicos 881.900, sacerdotes 524, religiosos 733, diáconos permanentes 8) en Portugal. El obispo electo nació en 1956 en Paus (Portugal), fue ordenado sacerdote en 1981 y actualmente era rector del Seminario de la diócesis portuguesa de Vila Real.

-Don Fernando José Castro Aguayo obispo auxiliar de la archidiócesis de Caracas (superficie 790, población 4.292.000, católicos 3.649.000, sacerdotes 560, religiosos 1.769, diáconos permanentes 8) en Venezuela. El obispo electo nació en Caracas en 1951, fue ordenado sacerdote en 1984 y actualmente era vicario episcopal para la pastoral y responsable de la zona este de esta archidiócesis.

-Stefano Fralleoni contable general de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede.
NER:NEA:NA/…/…                                VIS 20090630 (290)

viernes, 26 de junio de 2009

AUDIENCIAS


CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Seis prelados de la Conferencia Episcopal de Vietnam en visita "ad limina":

    -Obispo Joseph Vu Van Thien, de Hai Phòng.

    -Obispo Antoine Vu Huy Chuong, de Hung Hoà.

    -Obispo Joseph  Dang Duc Ngan, de Lan Són et Cao Bang.

    -Obispo Francois Xavier Nguyen Van Sang, de Thái Bình.

    -Obispo Joseph Nguyen Chi Linh, de Thanh Hóa.

    -Obispo Paul-Marie Cao Dình Thuyen, de Vinh
  Está previsto que el Papa reciba esta tarde en audiencia al cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
AL:AP/…/…                                    VIS 20090626 (100)

CARDENAL MONTEZEMOLO: BALANCE AÑO PAULINO


CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2009 (VIS).-El cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, arcipreste de la basílica papal de San Pablo Extramuros y Pier Carlo Visconti, delegado para la administración de la misma, informaron esta mañana durante un briefing en la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre la clausura del Año Paulino.

  El cardenal recordó que el Año Paulino nació como un "año temático", con dos motivos fundamentales: "dar a conocer mejor y meditar el riquísimo mensaje del Apóstol de las Gentes en sus escritos que, a menudo son difíciles y poco conocidos o interpretados mal" y "desarrollar varios programas de dimensión ecuménica, o sea poner en marcha cada vez más con las Comunidades Cristianas no católicas todos los eventos de oración, estudio y cultura que se pueden llevar a cabo juntos mejor que solos". 

  A lo largo del Año Paulino, inaugurado por el Papa el 28 de junio de 2008, la basílica ha acogido decenas de  miles de peregrinos. "Baste pensar que sólo en la jornada del 1 de mayo se registró una afluencia de 18.000 personas -dijo el purpurado- y estas últimas semanas han venido más de diez mil cada día".

  Entre los eventos eclesiales de este año, el cardenal citó entre otros "la apertura del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, que el Papa llevó a cabo el pasado mes de octubre en la basílica de San Pablo", la "Sinaxis celebrada por todos los patriarcas de las Iglesias Ortodoxas en Constantinopla, a la que siguió un congreso expresamente Paulino" o "las visitas de los patriarcas con amplias delegaciones de Iglesias Orientales, católicas y no católicas".

  En general, "en la Iglesia de Roma, pero sobre todo en las diversas Iglesias locales, (...) la celebración del segundo milenio del nacimiento del apóstol se ha percibido como un nuevo estímulo y ha dado una motivación más decidida para la Evangelización. Esa exigencia se ha advertido también en las Iglesias Ortodoxas y en muchas otras Comunidades Cristianas de cara al compromiso común en el recorrido de recomposición de la unidad de los cristianos".

  Por lo que respecta a la basílica papal, con ocasión del Año Paulino "se abrió un pasaje en el antiguo muro de ladrillos del siglo V, que debajo del altar papal circunda la tumba de Pablo, para que los peregrinos pudieran ver uno de los lados del gran sarcófago de mármol, nunca abierto hasta la fecha, que recoge desde hace veinte siglos sus restos". Además, el templo ha sido escenario de conciertos de música religiosa y de diversas iniciativas culturales.

  "El Año Paulino concluye -dijo el cardenal-, (...) pero el gran fervor de iniciativas pastorales, de catequesis, de promoción cultural están destinadas a continuar y a ser muy seguidas tanto en ámbito local como en todos los continentes. (...) La Puerta Paulina seguirá abierta, (...) la llama paulina encendida por el Santo Padre al inicio del año temático seguirá encendida en el cuadripórtico (...) para recordar a todos los peregrinos (...) la riqueza y la profundidad de la Palabra de Dios transmitida por el Apóstol de las Gentes".

  Por último, el arcipreste de San Pablo Extramuros señaló que precisamente en estos días, "con motivo de la clausura del Año Paulino, el Santo Padre ha enviado siete delegaciones pontificias, presididas por un cardenal, a los siete lugares particularmente ligados con el apóstol: Tierra Santa, Damasco, Tarso, Chipre, Atenas, Malta y Líbano".
OP/BALANCE AÑO PAULINO/MONTEZEMOLO           VIS 20090626 (570) 

ARZOBISPOS QUE RECIBIRAN EL PALIO EL 29 DE JUNIO


CIUDAD DEL VATICANO, 26 JUN 2009 (VIS).-El próximo lunes, 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles, Pedro y Pablo, Benedicto XVI presidirá a las 9.30, en la basílica vaticana la concelebración de la Eucaristía con los siguientes 34 arzobispos metropolitanos, a los cuales impondrá el sagrado Palio.

-Mons. Ghaleb Moussa Abdalla Bader, de Argel (Argelia).

-Mons. Domingo Díaz Martínez, de Tulancingo (México)

-Mons. Pierre-André Fournier, de Rimouski (Canadá)

-Mons. Sérgio da Rocha, de Teresina (Brasil).

-Mons. Giusepppe Betori, de Florencia (Italia).

-Mons. Salvatore Pappalardo, de Siracusa (Italia).

-Mons. Mieczys?aw Mokrzycki, de Lviv de los Latinos (Ucrania).

-Mons. Maurício Grotto de Camargo, de Botucatu (Brasil).

-Mons. Joseph Aké Yapo, de Gagnoa (Costa de Marfil).

-Mons. Paul Mandale Khumalo, C.M.M., de Pretoria (Sudáfrica).

-Mons. Marcel Utembi Tapa, de Kisangani (República Democrática del Congo).

-Mons. Manuel Felipe Díaz Sánchez, de Calabozo (Venezuela).

-Mons. José Luis Escobar Alas, de San Salvador (El Salvador).

-Mons. J.  Michael Miller, C.S.B., de Vancouver (Canadá).

-Mons. Allen Henry Vigneron, de Detroit (Estados Unidos).

-Mons. Carlos Osoro Sierra, de Valencia (España).

-Mons. Gil Antônio Moreira, de Juiz de Fora (Brasil).

-Mons. Víctor Sánchez Espinosa, de Puebla de Los Ángeles (México).

-Mons. Carlos Aguiar Retes, de Tlalnepantla (México).

-Mons. Anicetus Bongsu Antonius Sinaga, O.F.M. Cap., de Medan (Indonesia).

-Mons. Philip Naameh, de Tamale (Ghana).

-Mons. Ismael Rueda Sierra, de Bucaramanga (Colombia).

-Mons. Andrzej Dzi?ga, de Szczecin-Kamie? (Polonia).

-Mons. Timothy Michael Dolan, de Nueva York (Estados Unidos).

-Mons. Orani João Tempesta, O. Cist., de Sao Sebastiao do Rio de Janeiro (Brasil).

-Mons. Vincent Gerard Nichols, de Westminster (Gran Bretaña).

-Mons. Domenico Umberto D'Ambrosio, de Lecce (Italia).

-Mons. Braulio Rodríguez Plaza, de Toledo (España).

-Mons. Robert James Carlson, de Saint Louis (Estados Unidos).

-Mons. Philippe Ouédraogo, de Ouagadougou (Burkina Faso).

-Mons. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, de Bangkok (Tailandia).

-Mons. George Joseph Lucas, de Omaha (Estados Unidos).

-Mons. Gregory Michael Aymond, de New Orleans (Estados Unidos).

-Mons. Albert Malcolm Ranjith Patabendige Don, de Colombo (Sri Lanka).
OCL/PALIO/ARZOBISPOS METROPOLITANOS                VIS 20090626 (340)

jueves, 25 de junio de 2009

SEGUIR SOSTENIENDO A LOS CRISTIANOS DE TIERRA SANTA


CIUDAD DEL VATICANO, 25 JUN 2009 (VIS).-El Papa recibió este mediodía a los participantes en la asamblea anual de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales), en la que han hablado sobre Tierra Santa y la Iglesia católica en Bulgaria.

  El Santo Padre afirmó que la "caridad es la fuente fecunda de todo servicio a la Iglesia, su medida, su método y su confirmación. Por vuestra adhesión a la ROACO -dijo-, deseáis vivir esta caridad, ofreciendo en particular vuestra disponibilidad al Obispo de Roma por medio de la Congregación para las Iglesias Orientales. De este modo, podrá continuar y aumentar "este movimiento de caridad que, por mandato del Papa, la congregación lleva a cabo para que, de modo ordenado y equitativo, Tierra Santa y las demás regiones orientales reciban la ayuda espiritual y material necesaria para hacer frente a la vida eclesial ordinaria y a las necesidades particulares".

  Tras recordar a continuación su reciente peregrinación a Tierra Santa, Benedicto XVI renovó su "oración y llamamiento para que no haya más guerras, ni más violencia, ni más injusticias". En este sentido, aseguró que "la Iglesia universal sigue sosteniendo a todos los hermanos y hermanas que residen en Oriente Medio. Esta preocupación se refleja de modo especial en la colecta anual por Tierra Santa. Por eso, exhorto a las agencias de la ROACO a continuar con sus actividades caritativas con dedicación y fidelidad al Sucesor de Pedro".

  Hablando del Año Sacerdotal, que acaba de comenzar, el Papa les pidió que se esmeraran "en el cuidado de los sacerdotes y en el apoyo a los seminarios" y aseguró que en la apertura de este año jubilar, el pasado 19 de junio, había "confiado al Corazón de Cristo y de la Madre Inmaculada a todos los sacerdotes del mundo, especialmente a los que en Oriente y en Occidente están viviendo momentos de dificultad y de prueba. Aprovecho esta ocasión -concluyó- para pedir también a vosotros que recéis por los presbíteros".
AC/TIERRA SANTA/ROACO                            VIS 20090625 (340)

AUDIENCIAS


CIUDAD DEL VATICANO, 25 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Su Alteza Fra' Matthew Festing, príncipe y gran maestro de la Soberana Orden Militar de Malta, con su séquito.

-Cinco prelados de la Conferencia Episcopal de Vietnam en visita  "ad limina":

    -Arzobispo Joseph Ngô Quang Kiêt, de Hà Nôi, con el obispo auxiliar Laurent Chu Van Minh.

    -Obispo Cosme Hòang Van Dat, S.I, de Bac Ninh.

    -Obispo Joseph Hoang Ván Tiêm, S.D.B., de Bùi Chu, con el obispo auxiliar Pierre Nguyên Vàn Dê, S.D.B.
AP:AL/.../...                                   VIS 20090625 (90)

miércoles, 24 de junio de 2009

AÑO SACERDOTAL: IDENTIFICARSE TOTALMENTE CON CRISTO


CIUDAD DEL VATICANO, 24 JUN 2009 (VIS).-En la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa habló sobre el Año Sacerdotal, que inauguró el viernes pasado, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y Jornada de oración por la santificación de los sacerdotes, con ocasión del ciento cincuenta aniversario de la muerte de san Juan María Vianney.

  El Santo Padre explicó por qué ha querido que se celebrase un Año Sacerdotal y precisamente en recuerdo del Santo Cura de Ars, "que aparentemente no hizo nada de extraordinario".

  "La Providencia divina -dijo- ha hecho que su figura se uniese a la de San Pablo. (…) Si los dos santos siguieron caminos muy diferentes, (…) existe sin embargo una cosa fundamental que los une: su identificación total con el propio ministerio, su comunión con Cristo".

  Benedicto XVI recordó que "el objetivo de este Año Sacerdotal es renovar en cada uno de los presbíteros la aspiración a la perfección espiritual, de la que depende en gran medida la eficacia de su ministerio. Asimismo, esta iniciativa servirá para ayudar a los sacerdotes y a todo el Pueblo de Dios a volver a descubrir y reforzar la conciencia del don de gracia extraordinario e indispensable que supone el ministerio ordenado para quien lo ha recibido, para toda la Iglesia y para el mundo, que sin la presencia real de Cristo estaría perdido".

  Aunque "han cambiado las condiciones históricas y sociales en las que vivió el Santo Cura de Ars, es justo preguntarse cómo pueden imitarlo los sacerdotes en la identificación con el propio ministerio en las actuales sociedades globalizadas".
 
 "En un mundo en el que la visión común de la vida comprende cada vez menos lo sagrado, donde la "funcionalidad" es la única y decisiva categoría, la concepción católica del sacerdocio podría correr el riesgo de perder su consideración natural, a veces incluso dentro de la conciencia eclesial".

  El Santo Padre puso de relieve que existen dos concepciones del sacerdocio, "que en realidad no se contraponen": "una social-funcional que define la esencia del sacerdocio con el concepto de "servicio" y otra "sacramental-ontológica, que (…) considera que el ser ministro está determinado por un don concedido por el Señor a través de la mediación de la Iglesia, cuyo nombre es sacramento".

  Tras preguntarse "qué significa evangelizar para los sacerdotes y en qué consiste el primado del anuncio", el Papa subrayó que "el anuncio coincide con la persona misma de Cristo; (…) el presbítero no se puede considerar "dueño" de la palabra, sino siervo".

  "Sólo la participación en el sacrificio de Cristo, en su "chenosi", (…) y la obediencia dócil a la Iglesia, hace auténtico el anuncio. (…) El sacerdote -añadió- es siervo de Cristo, en el sentido de que su existencia, configurada a El ontológicamente, asume un carácter esencialmente relacional: es "in" Cristo, "per" Cristo y "con" Cristo al servicio de los seres humanos. Precisamente porque pertenece a Cristo, el presbítero está totalmente al servicio de ellos".

  Benedicto XVI concluyó expresando el deseo de que "el Año Sacerdotal lleve a todos los sacerdotes a identificarse totalmente con Cristo crucificado y resucitado, para que a imitación de San Juan Bautista, de quien hoy celebramos la natividad, estén dispuestos a "disminuir" para que Él crezca, y así, siguiendo también el ejemplo del Cura de Ars, perciban constantemente y en profundidad la responsabilidad de su misión, que es signo y presencia de la misericordia infinita de Dios".
AG/AÑO SACERDOTAL/…                            VIS 20090624 (590)

PAPA RECUERDA NIÑOS EN GUERRAS, CRUZ ROJA, SECUESTRADOS


CIUDAD DEL VATICANO, 24 JUN 2009 (VIS).-Al final de la audiencia, el Santo Padre saludó a la delegación encabezada por Radhika Coomaraswamy, Secretaria General Adjunta de la ONU y Representante Especial para la cuestión de los niños y los conflictos armados.

  El Papa manifestó su aprecio por el compromiso de Coomaraswamy y sus acompañantes "en defensa de la infancia víctima de la violencia y de las armas". "Pienso -dijo- en todos los niños del mundo, en particular en los que están expuestos al miedo, al abandono, al hambre, a los abusos, a la enfermedad, a la muerte. El Papa está cerca de todas estas pequeñas víctimas y reza siempre por ellos".

  Después recordó que el 24 de junio de 1859, hace hoy 150 años, "nacía la idea de una gran movilización para la asistencia a las víctimas de la guerra, que más tarde tomó el nombre de Cruz Roja".

  "En el transcurso de los años, los valores de universalidad, neutralidad, independencia del servicio, han suscitado la adhesión de millones de voluntarios en todo el mundo, para formar un baluarte importante de humanidad y solidaridad en tantos contextos de guerra y conflicto, al igual que en tantas emergencias. Que el ser humano, en su dignidad y entereza, sea siempre el centro del compromiso humanitario de la Cruz Roja y aliento especialmente a los jóvenes a dedicarse concretamente a esta institución benemérita".

  "Aprovecho esta ocasión -concluyó Benedicto XVI- para pedir la libertad de todas las personas secuestradas en zonas de conflicto y de nuevo la liberación de Eugenio Vagni, trabajador de Cruz Roja en Filipinas".
AG/NIÑOS:GUERRA:CRUZ ROJA:SECUESTROS/...           VIS 20090624 (280)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 24 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró al obispo José Benedito Simao, hasta ahora auxiliar de Sao Paulo (Brasil), obispo de Assis  (superficie 9.077, población 304.000, católicos 258.600, sacerdotes 53, religiosos 67) en Brasil.
NER/.../SIMAO                               VIS 20090624 (40)

martes, 23 de junio de 2009

CLAUSURA AÑO PAULINO, SOLEMNIDAD SANTOS PEDRO Y PABLO


CIUDAD DEL VATICANO, 23 JUN 2009 (VIS).-La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice informa de que el Santo Padre presidirá el próximo domingo 28 de junio, a las 18,00, en la basílica de San Pablo Extramuros, las primeras vísperas de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, con motivo de la clausura del Año Paulino.

  Asimismo el lunes, 29 de junio, con motivo de esta solemnidad, Benedicto XVI presidirá a las 9,30, en la Basílica Vaticana, la concelebración de la Eucaristía con los nuevos arzobispos metropolitanos a los que impondrá el sacro Palio, que se encuentra en el altar de la Confesión de San Pedro.
OCL/VISPERAS:MISA/SANTOS PEDRO:PABLO           VIS 20090623 (120)

CONCLUYE LA RESTAURACION DE LA CAPILLA PAULINA


CIUDAD DEL VATICANO, 23 JUN 2009 (VIS).-El martes, 30 de junio, a las 11,30, en  la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, se explicarán durante una rueda de prensa las labores de restauración de la Capilla Paulina, en vista de la inauguración presidida por el Papa el próximo 4 de julio.

  Intervendrán en la rueda de prensa el cardenal Giovanni Lajolo, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano (ECV); Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos; Pier Carlo Cuscianna, director de los servicios técnicos de la Gobernación del ECV y Arnold Nesselrath, delegado del director de los Museos para los departamentos científicos y los laboratorios.
OP/CAPILLA PAULINA/LAJOLO                        VIS 20090623 (120)

lunes, 22 de junio de 2009

SAN PIO DE PIETRELCINA: GUIÓ A LAS ALMAS Y ALIVIÓ EL DOLOR


CIUDAD DEL VATICANO, 21 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre partió a las 8,30 del aeropuerto romano de Ciampino -y no en helicóptero debido a las inclemencias del tiempo- y aterrizó en la base militar de Amendola (Foggia). Desde allí se trasladó en automóvil a San Giovanni Rotondo, en el sur de Italia, donde fue acogido por las autoridades políticas, civiles y eclesiásticas.

  A continuación se dirigió al Santuario de Santa Maria de las Gracias, donde le esperaba el Ministro General de los Frailes Menores Capuchinos, Fray Mauro Jöhri, con otros religiosos de la misma orden. Tras la adoración al Santísimo Sacramento, el Papa visitó la celda del convento en la que murió Padre Pío de Pietrelcina y bajó a la cripta del santuario para venerar los restos mortales del santo.

  A las 10,30, Benedicto XVI celebró la Santa Misa en el exterior de la Iglesia de San Pío de Pietrelcina.

  Hablando de San Pío, el Papa dijo que “prolongó la  obra de Cristo: anunciar el Evangelio, perdonar los pecados y curar a los enfermos en el cuerpo y en el espíritu”.

  “Las "tempestades" más grandes que le amenazaban eran los asaltos del diablo, de los cuales se defendió con la "armadura de Dios", con "el escudo de la fe" y "la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios". Al permanecer unido a Jesús, siempre tuvo en cuenta la profundidad del drama humano, y por eso se ofreció y ofreció sus numerosos sufrimientos, y supo consumirse en el cuidado y alivio de los enfermos, signo privilegiado de la misericordia de Dios. (…) Guiar a las almas y aliviar el sufrimiento: así se puede resumir la misión de san Pío de Pietrelcina”.

  Tras poner de relieve que la herencia que ha dejado a sus hijos espirituales es la santidad, el Santo Padre subrayó que “su primera preocupación, su ansia sacerdotal y paterna era siempre que las personas regresaran a Dios, que pudieran experimentar su misericordia y, una vez renovadas interiormente, redescubriesen la belleza y la alegría de ser cristianos, de vivir en comunión con Jesús, de pertenecer a su Iglesia y practicar el Evangelio”.

  “Ante todo la oración. (…) Sus jornadas eran un rosario vivido, es decir, una continua meditación y asimilación de los misterios de Cristo en unión espiritual con la Virgen María. Se explica así la singular presencia en él de dones sobrenaturales y de sentido práctico humano. Y todo tenía su cumbre en la celebración de la santa misa. (…). De la oración, como de una fuente siempre viva, brotaba la caridad. El amor que llevaba en el corazón y transmitía a los demás estaba lleno de ternura, siempre atento a las situaciones reales de las personas y de las familias. Sostenía que especialmente los enfermos y los que sufrían eran los predilectos del Corazón de Cristo, y gracias a ello surgió el proyecto de una gran obra dedicada al "alivio del sufrimiento". No se puede entender ni interpretar adecuadamente esta institución si se la separa de su fuente inspiradora, que es la caridad evangélica, animada a su vez por la oración”.

  Benedicto XVI llamó la atención frente a “los riesgos del activismo y la secularización, que están siempre presentes”. “Muchos de vosotros, religiosos, religiosas y laicos –dijo-, estáis tan absorbidos por miles de tareas que conlleva el servicio a los peregrinos o a los enfermos del hospital que corréis el riesgo de descuidar lo que es verdaderamente necesario: escuchar a Cristo para cumplir la voluntad de Dios. Cuando os deis cuenta de que corréis este riesgo, mirad a padre Pío, su ejemplo, sus sufrimientos; e invocad su intercesión, para que os alcance del Señor la luz y la fuerza que necesitáis para continuar su misma misión empapada de amor por Dios y de caridad fraterna”.
PV-ITALIA/MISA/S. GIOVANNI ROTONDO                VIS 20090622 (640)

BENEDICTO XVI RECUERDA SITUACION DRAMATICA REFUGIADOS


CIUDAD DEL VATICANO, 21 JUN 2009 (VIS).-Al final de la Santa Misa celebrada en el exterior de la Iglesia de San Pío de Pietrelcina, Benedicto XVI rezó el Ángelus y recordó el amor del santo a la Virgen María.

  “Amad a la Virgen y hacedla amar, así repetía a todos -dijo el Papa-, y más que las palabras valía el testimonio ejemplar de su profunda devoción a la Madre celeste”. Toda la vida y el apostolado de San Pío de Pietrelcina “se desarrollaron por lo tanto bajo la mirada maternal de María y con la potencia de su intercesión”.

  El Santo Padre confío de manera especial a la intercesión de la Virgen y a san Pío de Pietrelcina el Año sacerdotal inaugurado el pasado viernes, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, auspiciando que sea “una ocasión privilegiada para resaltar el valor de la misión y de la santidad de los sacerdotes al servicio de la Iglesia y de la humanidad del tercer milenio”.
 
  Por último, el Santo Padre habló de  la Jornada Mundial del Refugiado, celebrada ayer sábado, bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. “Recemos también hoy por la situación difícil y a veces también dramática de los refugiados”, pidió el pontífice. “Son muchas las personas que buscan refugio en otros países huyendo de situaciones de guerra, persecuciones y calamidades, y su acogida plantea no pocas dificultades, pero sin embargo es un deber. Dios quiera que, con el compromiso de todos, se lleguen a remover hasta donde sea posible, las causas de un fenómeno tan triste”.
PV-ITALIA/ANGELUS/SAN GIOVANNI ROTONDO           VIS 20090622 (260)

EXISTE UNA RELACION ENTRE LA CRUZ DE CRISTO Y EL DOLOR


CIUDAD DEL VATICANO, 21 JUN 2009 (VIS).-Benedicto XVI se encontró a las 16,45 con los enfermos y el personal de la “Casa Sollievo della Sofferenza” (Casa Alivio del Sufrimiento), el hospital que fundó Padre Pío en 1956 y que actualmente cuenta con más de 1.000 camas.

  Hablando de la enfermedad, el Papa explicó que "se manifiesta en muchas formas y golpea de maneras diferentes, suscita preguntas inquietantes: ¿por qué sufrimos? ¿Puede considerarse positiva la experiencia del dolor? ¿Quién nos puede liberar del sufrimiento y de la muerte? Interrogantes existenciales, que la mayoría de las veces no encuentran una respuesta humana, dado que el sufrimiento constituye un enigma inescrutable para la razón".

  Tras poner de relieve que "el sufrimiento forma parte del misterio mismo de la persona humana", el Santo Padre observó que "ciertamente debemos hacer todo lo posible para que disminuya el sufrimiento, pero eliminarlo del mundo por completo no está en nuestras manos, simplemente porque (…) ninguno de nosotros es capaz de eliminar el poder del mal, (…) fuente continua de sufrimiento”.

  "El único que puede eliminar el poder del mal es Dios”, aseguró. “Precisamente por el hecho de que Jesús vino al mundo para revelarnos el designio divino de nuestra salvación, la fe nos ayuda a penetrar en el sentido de todo lo humano y por tanto también del sufrimiento. Existe por tanto, una íntima relación entre la Cruz de Jesús, símbolo del dolor supremo y precio de nuestra verdadera libertad, y nuestro dolor, que se transforma y se enaltece cuando se vive con la conciencia de la cercanía y de la solidaridad de Dios".

  Benedicto XVI afirmó que “padre Pío intuyó esta profunda verdad en el primer aniversario de la inauguración de este hospital, cuando dijo que, en él, "quien sufre debe vivir el amor de Dios por medio de la sabia aceptación de sus dolores, de la serena meditación de su destino".

  “El Señor -concluyó el Papa- os ayude a realizar el proyecto iniciado por padre Pío, con la ayuda de todos: desde los médicos e investigadores científicos, a los agentes sanitarios y colaboradores de los diferentes repartos, voluntarios, benefactores, capuchinos y otros sacerdotes. Sin olvidar los grupos de oración, que “junto a la “Casa del Sollievo”, son la vanguardia de esta pequeña ciudad de la caridad, viveros de fe, focos de amor”.
PV-ITALIA/ALIVIO SUFRIMIENTO/S.GIOVANNI ROTONDO VIS 20090622 (400)

NUEVOS CANALES PARA COMUNICAR PERENNE VERDAD EVANGELIO


CIUDAD DEL VATICANO, 21 JUN 2009 (VIS).-A las 17,30, el Santo Padre se encontró en la Iglesia de San Pío de Pietrelcina con los sacerdotes, religiosos y religiosas y jóvenes acudidos a San Giovanni Rotondo.
  
  Después de una breve plegaria de adoración en la capilla del Santísimo Sacramento, Benedicto XVI dirigió unas palabras a los presentes. Hablando en particular a los sacerdotes recordó la celebración del Año Sacerdotal dedicado a San Juan María Vianney, y afirmó que si el Santo Cura de Ars, “en una época atormentada y difícil, hizo todo lo posible para que sus  parroquianos redescubrieran el significado y la belleza de la penitencia sacramental, para el santo fraile del Gargano (San Pío de Pietrelcina) el cuidado de las almas y la conversión de los pecadores fueron un anhelo que lo consumió hasta su muerte”.

  “¡Cuántas personas han cambiado de vida gracias a su paciente ministerio sacerdotal!”, exclamó el Papa. “¡Cuántas largas horas transcurría  en el confesionario! (...) Hay que valorizar todavía más el sacramento de la Penitencia y los sacerdotes no tendrían que resignarse nunca a ver sus confesionarios desiertos, ni limitarse a constatar el despego de los fieles por esta extraordinaria fuente de serenidad y de paz”.

  Entre las enseñanzas de la vida de Padre Pío, el pontífice resaltó “el valor y necesidad de la oración, (...) un punto fundamental  no solo para la espiritualidad del sacerdote, de cualquier cristiano y todavía más para los religiosos y religiosas, elegidos para seguir aún más de cerca a Cristo mediante la práctica de los votos de pobreza, castidad y obediencia”.

  “A veces podemos desanimarnos por la debilitación e incluso por el  abandono de la fe que se registra en nuestras sociedades secularizadas -observó-. Seguramente hay que trabajar para encontrar nuevos canales para comunicar la verdad evangélica a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, pero ya que el contenido esencial del anuncio cristiano  es siempre  el mismo, es necesario volver  a su fuente original, a Jesucristo que es el mismo ayer, hoy y siempre”.

  Por último, Benedicto XVI se dirigió a los numerosos jóvenes presentes: “Conozco los problemas que os angustian y que pueden sofocar el entusiasmo propio de vuestra juventud. Entre ellos, en particular, cito el fenómeno del desempleo que afecta de forma dramática a tantos chicos y chicas del sur de Italia. ¡No os desaniméis! Sed jóvenes de “gran corazón”. (...) La Iglesia no os abandona. No abandonéis vosotros a la Iglesia. Vuestra aportación es necesaria para construir comunidades cristianas vivas y sociedades más justas y abiertas a la esperanza”.

  Finalizado el encuentro el Papa bajó a la iglesia inferior, donde efectuó una visita privada e inauguró una exposición de mosaicos. A continuación se trasladó en automóvil a la base militar de Amendola, desde donde emprendió el regreso a Roma en avión. Posteriormente, un helicóptero le llevó desde Ciampino al Vaticano, donde llegó a las 20,15.
PV-ITALIA/SACERDOTES/S.GIOVANNI ROTONDO       VIS 20090622 (490)

EL SACERDOTE DEBE TENDER CONSTANTEMENTE A LA SANTIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 20 JUN 2009 (VIS).-A las 18,00 de ayer, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa inauguró el Año Sacerdotal, con ocasión del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney. Entre los asistentes a la celebración de las vísperas en la basílica vaticana había muchos sacerdotes y seminaristas de Roma.

  Antes de comenzar la celebración el Papa rezó ante las reliquias del Santo Cura de Ars, traídas por el obispo de la diócesis de Belley-Ars, monseñor Guy Bagnard.

  En la homilía, el Santo Padre dijo que “el en corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del cristianismo; en Cristo se nos ha revelado y donado toda la novedad revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad de Dios”.

  “Su corazón divino –continuó- llama a nuestro corazón; nos invita a salir de nosotros mismos, a abandonar nuestra seguridades humanas para fiarnos de El, y siguiendo su ejemplo, a hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas”.

  Benedicto XVI puso de relieve que “si es verdad que la invitación de Jesús a “permanecer en su amor” es para todos los bautizados, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y jornada de santificación sacerdotal, esta invitación resuena con mayor fuerza para nosotros, los sacerdotes, en particular esta tarde, en el inicio solemne del Año Sacerdotal”.

  La misión del presbítero, subrayó el Papa, “es indispensable para la Iglesia y para el mundo, y exige fidelidad plena a Cristo y unión incesante con El; exige que tendamos constantemente a la santidad, como hizo San Juan María Vianney”.

  “¡Dejarse conquistar plenamente por Cristo!”, exclamó el Papa. “Ese fue el objetivo de toda la vida de San Pablo, a quien hemos dedicado nuestra atención durante el Año Paulino que está a punto de terminar; esa fue la meta de todo el ministerio del Santo Cura de Ars, al que invocaremos especialmente en el Año Sacerdotal! ¡Que este sea también el objetivo principal de cada uno de nosotros!”.

  Benedicto XVI afirmó después que para ser ministros del Evangelio es “ciertamente útil el estudio y una cuidadosa y permanente formación sacerdotal, pero es todavía mas necesaria la “ciencia del amor” que se aprende solamente en el “corazón a corazón” con Cristo. Él nos llama para partir el pan de su amor, para perdonar los pecados y conducir a su rebaño en su nombre. (...) Solamente así podremos cooperar eficazmente en el misterioso designio del Padre, que consiste en “hacer de Cristo el corazón del mundo”. Un designio que se cumple en la historia a medida que Jesús se convierte en el Corazón de los corazones humanos, empezando por los que están llamados a seguirlo más de cerca: los sacerdotes”.

  “Incluso nuestras carencias, límites y debilidades nos tienen que reconducir al Corazón de Jesús -subrayó-. Si es verdad que los pecadores contemplándolo deben aprender el necesario “dolor de los pecados” que les reconduzca al Padre, esto vale todavía más para los ministros sagrados. ¿Cómo olvidar que no hay nada que haga sufrir más a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, que los pecados de sus pastores, sobre todo de aquellos que se transforman en “ladrones de ovejas”, sea porque las descarrían con sus doctrinas privadas o porque las atan con cuerdas de pecado y muerte? También para nosotros, queridos sacerdotes, es válido el llamamiento a la conversión y el recurso a la Divina Misericordia y de igual modo tenemos que pedir incesantemente con humildad al Corazón de Jesús que nos proteja del terrible peligro de perjudicar a aquellos que estamos llamados a salvar”.

  El Santo Padre invitó a los sacerdotes a cultivar la misma emoción del Cura de Ars por “la dignidad del sacerdote” para “cumplir nuestro ministerio con generosidad y entrega y para custodiar en el alma un verdadero “temor de Dios”: el temor de poder privar de tanto bien, por nuestra culpa o negligencia, a las almas que nos han confiado o de poder -¡Dios no lo quiera!- dañarlas”.

  “La Iglesia -terminó el Papa- necesita sacerdotes santos; ministros que ayuden a los fieles a experimentar el amor misericordioso del Señor y sean testigos convencidos”.

  La ceremonia concluyó con la adoración y bendición eucarística.
HML/VISPERAS:AÑO SACERDOTAL/…               VIS 20090622 (670)

DECLARACION DEL DIRECTOR OFICINA PRENSA SANTA SEDE


CIUDAD DEL VATICANO, 20 JUN 2009 (VIS).-A última hora de la tarde de ayer, viernes, 19 de junio, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombarda, S.I., efectuó la siguiente declaración:

  “A propósito de las noticias de algunas agencias de prensa sobre la causa de beatificación de Pío XII, el director de la Oficina de Prensa reitera que la firma de los decretos concernientes a las causas de beatificación es de exclusiva competencia del  Papa, al que debe dejarse completamente libre en sus valoraciones y decisiones”.

  “Si el Papa piensa que se deba prolongar todavía el estudio y la reflexión sobre la causa de Pío XII, su posición debe ser respetada sin interferir con intervenciones no justificadas e inoportunas”.
OP/CAUSA BEATIFICACION PIO XII/LOMBARDI           VIS 20090622 (140)

DE GASPERI: SU TESTIMONIO CRISTIANO INSPIRE A GOBERNANTES


CIUDAD DEL VATICANO, 20 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy a los miembros del Consejo de la Fundación Alcide De Gasperi, encabezados por la hija Maria Romana y el senador Giulio Andreotti, que fue un estrecho colaborador del estadista italiano durante muchos años.

  Hablando de De Gasperi (1881-1954), el Papa afirmó que “se formó en la escuela del Evangelio y fue capaz de traducir en hechos concretos y coherentes la fe que profesaba. (…) Espiritualidad y política se integraron tan bien en él, que si se desea comprender en profundidad a este estimado hombre de gobierno, no hay que limitarse a recordar los resultados políticos que consiguió, sino que hay que tener en cuenta también su fina sensibilidad religiosa y su fe sólida, que constantemente animó su pensamiento y acción”.

  Benedicto XVI puso de relieve que De Gasperi “dedicaba mucho tiempo a la oración y a la relación con Dios, iniciando cada día, cuando podía, con la participación en la Santa Misa. Es más, los momentos más caóticos y revueltos marcaron la cumbre de su espiritualidad”.

  El Papa destacó además la “fidelidad intachable a los valores humanos y cristianos del estadista, así como la serena conciencia moral que le guió en las decisiones políticas. (…) Aunque en algunos momentos no faltaron dificultades, y quizá incluso incomprensiones por parte del mundo eclesiástico, De Gasperi no dudó de su adhesión a la Iglesia, que fue (…) plena y sincera”.

  “Dócil y obediente a la Iglesia, fue autónomo y responsable en sus decisiones políticas, sin servirse de la Iglesia para fines políticos y sin ceder nunca a compromisos con su recta conciencia”.

  El Santo Padre concluyó pidiendo a Dios que “el recuerdo de la experiencia de gobierno y del testimonio cristiano de De Gasperi animen a quienes hoy gobiernan Italia y los demás países, especialmente a cuantos se inspiran en el Evangelio”.
AC/DE GASPERI/…                                VIS 20090622 (320)

AUDIENCIAS


CIUDAD DEL VATICANO, 20 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en audiencias separadas:

-Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos.

-Cardenal Ivan Dias, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
AP/.../...                                   VIS 20090622 (40)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 20 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Obispo Gilberto Gómez González obispo de Abancay (superficie 12.950, población 344.510, católicos 329.110, sacerdotes 52, religiosos 133) en Perú. Monseñor González era actualmente auxiliar de esta sede. Sucede al obispo Isidro Sala Ribera, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada por límite de edad.

-Padre Alex Thomas Kaliyanil, S.V.D., arzobispo de Bulawayo (superficie 66.956, población 1.858.000, católicos 115.793, sacerdotes 87, religiosos 203, diáconos permanentes 21) en Zimbabwe. El arzobispo electo nació en 1960 en Vallamchira (India), hizo la profesión perpetua en 1987, fue ordenado sacerdote en 1988 y hasta ahora era Superior Regional de la Sociedad del Verbo Divino en Zimbabwe.

-Miembros del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso al obispo Augustine Shao, de Zanzíbar (Tanzania), al arzobispo Patrick Altham Kelly, de Liverpool (Gran Bretaña) y al obispo Johannes Maria Trilaksyanta Pujasumarta, de Bandung (Indonesia).

-Cardenal Christoph Schönborn, O.P., arzobispo de Viena (Austria), su enviado especial a la celebración del milenio de la diócesis de Pécs (Hungría), que tendrá lugar el 23 de agosto.

-Monseñor Damiano Marzotto Caotorta subsecretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Monseñor Marzotto era hasta ahora jefe de oficina en el mismo dicasterio.
NER:RE:NA/.../...                               VIS 20090622 (170)

viernes, 19 de junio de 2009

PAPA RECIBE PATRIARCA CATOLICO DE ANTIOQUIA DE LOS SIRIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2009 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a Su Beatitud Ignace Youssef III Younan, nuevo patriarca católico de Antioquia de los Sirios, acompañado por diversos miembros del sínodo de esa Iglesia.

  "La Providencia divina -dijo el Papa en su discurso- nos ha constituido ministros de Cristo y pastores de su único rebaño. (...) Cristo mismo, nuestro Señor, estableció al apóstol Pedro como la "roca" sobre la que se asienta el edificio espiritual de la Iglesia, pidiendo a sus discípulos que caminasen en plena unidad con él, bajo su guía segura y la de sus sucesores".

  "En el curso de vuestra historia milenaria -prosiguió- la comunión con el Obispo de Roma  ha estado siempre acompañada por la fidelidad a la tradición espiritual del Oriente cristiano y ambas constituyen los aspectos complementarios de un patrimonio único de fe que profesa vuestra venerable Iglesia".

  El pontífice recordó después que para subrayar "la raíz eucarística" de esa unión concedió al patriarca la "ecclesiastica communio", cuando éste fue elegido cabeza del Sínodo. "Oportunamente -agregó dirigiéndose a Su Beatitud Ignace Youssef III- usted mostró, con un signo público, el estrecho lazo que os une al Obispo de Roma y a la Iglesia universal, durante la Eucaristía celebrada ayer en la basílica de Santa María Mayor".

  "Efectivamente la Eucaristía funde nuestras diversas tradiciones en la unidad del único Espíritu, haciendo de ellas una riqueza para todo el  pueblo de Dios. ¡Que la celebración de la Eucaristía, fuente y cima de la vida eclesiástica -exclamó el Papa- os mantenga anclados en la antigua tradición siria que reivindica la posesión de la lengua que hablaba el Señor Jesús y, al mismo tiempo, os abra al horizonte de la universalidad eclesial! (...) La Eucaristía es el Pan de Vida que nutre a nuestras comunidades y hace que crezcan en la unidad y la caridad. Encontrad así en la Eucaristía, sacramento de la unidad y la comunión,  la fuerza de superar las dificultades que vuestra Iglesia ha pasado en estos últimos años para reencontrar los caminos del perdón, de la reconciliación y la comunión".

  Por último, el Santo Padre manifestó su satisfacción por la "plena reanudación del funcionamiento" del sínodo de esa Iglesia, y alentó "el esfuerzo para favorecer la unidad, la comprensión y el perdón, que deben considerarse siempre tareas prioritarias para la edificación de la Iglesia de Dios".

  "Rezo constantemente, entre otras cosas -concluyó-, por la paz en Oriente Medio, en particular por los cristianos que viven en la bienamada nación iraquí, cuyos sufrimientos ofrezco todos los días al Señor durante el sacrificio eucarístico".
AC/SINODO ANTIOQUIA/IGNACE YOUSSEF II           VIS 20090619 (440)


AUDIENCIAS


CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica.

-Tres prelados de la Conferencia Episcopal Venezolana en visita "ad limina":

    -Obispo José de la Trinidad Valera Angulo, de La Guaira.

    -Obispo William Enrique Delgado Silva, de Cabimas.

    -Obispo José Hernán Sánchez Porras, ordinario militar.

-Gerónimo Narváez Torres, embajador de Paraguay, en visita de despedida.
AL:AP/.../...                                    VIS 20090619 (70)


OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 19 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre:

-Nombró al obispo Filippo Iannone, O. Carm., hasta ahora auxiliar de la archidiócesis de Nápoles (Italia), obispo de Sora-Aquino-Pontecorvo (superficie 1.426, población 152.700, católicos 150.230, sacerdotes 96, religiosos 176, diáconos permanentes 18) en Italia. Sucede al obispo Luca Brandolini, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada por límite de edad.

-Nombró al padre Pierre-Marie Gaschy, C.S.Sp., vicario apostólico de Saint Pierre et Miquelon (superficie 245.000, población 6.125, católicos 6.076, sacerdotes 2  religiosos 7) en Francia. El obispo electo nació en Colmar (Francia) en 1941, hizo la profesión perpetua en 1968, fue ordenado sacerdote en 1969 y actualmente era superior de la Comunidad de Fameck, en la diócesis de Metz (Francia). Sucede al obispo Lucien Fischer, C.S.Sp., cuya renuncia al gobierno pastoral de este vicariato apostólico fue aceptada por límite de edad.

-Nombró a don Joseph Pibul Visitnondachai obispo de Nakhon Sawan (superficie 93.547, población 8.327.053, católicos 16.000, sacerdotes 34, religiosos 53) en Tailandia. El obispo electo nació en 1946 en Bang Buathong (Tailandia), fue ordenado sacerdote en 1974 y actualmente es secretario general para el ministerio pastoral social de la Conferencia Episcopal Tailandesa.

-Nombró a don Stephen Tjephe obispo auxiliar de la diócesis de Loikaw (superficie 11.670, población 309.820, católicos 75.485, sacerdotes 79, religiosos 195) en Myanmar. El obispo electo nació en 1955 en Danoku (Myanmar), fue ordenado sacerdote en 1984 y actualmente era párroco de la Iglesia de San Mateo en Daugneku.

-Nombró a monseñor Maurizio Malvestiti subsecretario de la Congregación para las Iglesias Orientales.

-Nombró al padre Nikolaus Schöch, O.F.M. y a don Markus Graulich, S.D.B., promotores de justicia sustitutos ante el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. El padre Schöch era actualmente defensor del vínculo sustituto ante el mismo tribunal y don Graulich era vicedecano y profesor en la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Salesiana.
NER:RE:NEA:NA/.../...                            VIS 20090619 (290)


jueves, 18 de junio de 2009

EL PAPA RECIBE AL PRESIDENTE DE MALTA

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2009 (VIS).-La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha publicado el siguiente comunicado:

  "Esta mañana, el Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia en el Palacio Apostólico Vaticano al Presidente de la República de Malta, George Abela, que también se ha encontrado con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.

  "En el transcurso de los cordiales coloquios, además de reafirmar el sólido vínculo de amistad entre la Santa Sede y la República de Malta, se han afrontado algunos temas concernientes a la sociedad maltesa, en la que la Iglesia Católica sigue desempeñando un papel relevante. Se ha abordado también la situación internacional, en particular la de Oriente Medio y África, así como la contribución positiva que Malta puede ofrecer a la solución de los problemas relativos a ella".
OP/AUDIENCIA PRESIDENTE MALTA/...                VIS 20090618 (160)


CARTA A LOS PRESBITEROS POR EL AÑO SACERDOTAL


CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2009 (VIS).-El Papa ha dirigido una carta a los presbíteros del mundo con motivo del Año Sacerdotal, en el 150 aniversario de la muerte de Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.

  Mañana, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y jornada de santificación sacerdotal, Benedicto XVI inaugurará este año jubilar durante la celebración de las vísperas en la basílica vaticana.

  Este es el texto completo de la carta, que se ha publicado en inglés, francés, español, italiano, alemán, portugués y polaco:

"Queridos hermanos en el Sacerdocio:

  He resuelto convocar oficialmente un "Año Sacerdotal" con ocasión del 150 aniversario del "dies natalis" de Juan María Vianney, el Santo Patrón de todos los párrocos del mundo, que comenzará el viernes 19 de junio de 2009, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús -jornada tradicionalmente dedicada a la oración por la santificación del clero-. Este año desea contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo, y se concluirá en la misma solemnidad de 2010.

  "El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús", repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de "amigos de Cristo", llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?
   
  Todavía conservo en el corazón el recuerdo del primer párroco con el que comencé mi ministerio como joven sacerdote: fue para mí un ejemplo de entrega sin reservas al propio ministerio pastoral, llegando a morir cuando llevaba el viático a un enfermo grave. También repaso los innumerables hermanos que he conocido a lo largo de mi vida y últimamente en mis viajes pastorales a diversas naciones, comprometidos generosamente en el ejercicio cotidiano de su ministerio sacerdotal.
   
  Pero la expresión utilizada por el Santo Cura de Ars evoca también la herida abierta en el Corazón de Cristo y la corona de espinas que lo circunda. Y así, pienso en las numerosas situaciones de sufrimiento que aquejan a muchos sacerdotes, porque participan de la experiencia humana del dolor en sus múltiples manifestaciones o por las incomprensiones de los destinatarios mismos de su ministerio: ¿Cómo no recordar tantos sacerdotes ofendidos en su dignidad, obstaculizados en su misión, a veces incluso perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de la sangre?
   
  Sin embargo, también hay situaciones, nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. En estos casos, es el mundo el que sufre el escándalo y el abandono. Ante estas situaciones, lo más conveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades de sus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios, plasmado en espléndidas figuras de Pastores generosos, religiosos llenos de amor a Dios y a las almas, directores espirituales clarividentes y pacientes. En este sentido, la enseñanza y el ejemplo de san Juan María Vianney pueden ofrecer un punto de referencia significativo.

  El Cura de Ars era muy humilde, pero consciente de ser, como sacerdote, un inmenso don para su gente: "Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina".  Hablaba del sacerdocio como si no fuera posible llegar a percibir toda la grandeza del don y de la tarea confiados a una criatura humana: "¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña ostia...".  Explicando a sus fieles la importancia de los sacramentos decía: "Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote... ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo". 

  Estas afirmaciones, nacidas del corazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecer exageradas. Sin embargo, revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecía sobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: "Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor... Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra... ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes... Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias... El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros".
   
  Llegó a Ars, una pequeña aldea de 230 habitantes, advertido por el Obispo sobre la precaria situación religiosa: "No hay mucho amor de Dios en esa parroquia; usted lo pondrá". Bien sabía él que tendría que encarnar la presencia de Cristo dando testimonio de la ternura de la salvación: "Dios mío, concédeme la conversión de mi parroquia; acepto sufrir todo lo que quieras durante toda mi vida". Con esta oración comenzó su misión.  El Santo Cura de Ars se dedicó a la conversión de su parroquia con todas sus fuerzas, insistiendo por encima de todo en la formación cristiana del pueblo que le había sido confiado.

  Queridos hermanos en el Sacerdocio, pidamos al Señor Jesús la gracia de aprender también nosotros el método pastoral de san Juan María Vianney. En primer lugar, su total identificación con el propio ministerio. En Jesús, Persona y Misión tienden a coincidir: toda su obra salvífica era y es expresión de su "Yo filial", que está ante el Padre, desde toda la eternidad, en actitud de amorosa sumisión a su voluntad. De modo análogo y con toda humildad, también el sacerdote debe aspirar a esta identificación. Aunque no se puede olvidar que la eficacia sustancial del ministerio no depende de la santidad del ministro, tampoco se puede dejar de lado la extraordinaria fecundidad que se deriva de la confluencia de la santidad objetiva del ministerio con la subjetiva del ministro. El Cura de Ars emprendió en seguida esta humilde y paciente tarea de armonizar su vida como ministro con la santidad del ministerio confiado, "viviendo" incluso materialmente en su Iglesia parroquial: "En cuanto llegó, consideró la Iglesia como su casa... Entraba en la Iglesia antes de la aurora y no salía hasta después del Angelus de la tarde. Si alguno tenía necesidad de él, allí lo podía encontrar", se lee en su primera biografía.

  La devota exageración del piadoso hagiógrafo no nos debe hacer perder de vista que el Santo Cura de Ars también supo "hacerse presente" en todo el territorio de su parroquia: visitaba sistemáticamente a los enfermos y a las familias; organizaba misiones populares y fiestas patronales; recogía y administraba dinero para sus obras de caridad y para las misiones; adornaba la iglesia y la dotaba de paramentos sacerdotales; se ocupaba de las niñas huérfanas de la "Providence" (un Instituto que fundó) y de sus formadoras; se interesaba por la educación de los niños; fundaba hermandades y llamaba a los laicos a colaborar con él.

  Su ejemplo me lleva a poner de relieve los ámbitos de colaboración en los que se debe dar cada vez más cabida a los laicos, con los que los presbíteros forman un único pueblo sacerdotal y entre los cuales, en virtud del sacerdocio ministerial, están puestos "para llevar a todos a la unidad del amor: 'amándose mutuamente con amor fraterno, rivalizando en la estima mutua' (Rm 12, 10)". En este contexto, hay que tener en cuenta la encarecida recomendación del Concilio Vaticano II a los presbíteros de "reconocer sinceramente y promover la dignidad de los laicos y la función que tienen como propia en la misión de la Iglesia... Deben escuchar de buena gana a los laicos, teniendo fraternalmente en cuenta sus deseos y reconociendo su experiencia y competencia en los diversos campos de la actividad humana, para poder junto con ellos reconocer los signos de los tiempos".

  El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de su vida. De su ejemplo aprendían los fieles a orar, acudiendo con gusto al sagrario para hacer una visita a Jesús Eucaristía.  "No hay necesidad de hablar mucho para orar bien", les enseñaba el Cura de Ars. "Sabemos que Jesús está allí, en el sagrario: abrámosle nuestro corazón, alegrémonos de su presencia. Ésta es la mejor oración". Y les persuadía: "Venid a comulgar, hijos míos, venid donde Jesús. Venid a vivir de Él para poder vivir con Él...".  "Es verdad que no sois dignos, pero lo necesitáis". Dicha educación de los fieles en la presencia eucarística y en la comunión era particularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Los que asistían decían que "no se podía encontrar una figura que expresase mejor la adoración... Contemplaba la ostia con amor".  Les decía: "Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios".  Estaba convencido de que todo el fervor en la vida de un sacerdote dependía de la Misa: "La causa de la relajación del sacerdote es que descuida la Misa. Dios mío, ¡qué pena el sacerdote que celebra como si estuviese haciendo algo ordinario!".  Siempre que celebraba, tenía la costumbre de ofrecer también la propia vida como sacrificio: "¡Cómo aprovecha a un sacerdote ofrecerse a Dios en sacrificio todas las mañanas!".

  Esta identificación personal con el Sacrificio de la Cruz lo llevaba -con una sola moción interior- del altar al confesionario. Los sacerdotes no deberían resignarse nunca a ver vacíos sus confesonarios ni limitarse a constatar la indiferencia de los fieles hacia este sacramento. En Francia, en tiempos del Santo Cura de Ars, la confesión no era ni más fácil ni más frecuente que en nuestros días, pues el vendaval revolucionario había arrasado desde hacía tiempo la práctica religiosa. Pero él intentó por todos los medios, en la predicación y con consejos persuasivos, que sus parroquianos redescubriesen el significado y la belleza de la Penitencia sacramental, mostrándola como una íntima exigencia de la presencia eucarística. Supo iniciar así un "círculo virtuoso". Con su prolongado estar ante el sagrario en la Iglesia, consiguió que los fieles comenzasen a imitarlo, yendo a visitar a Jesús, seguros de que allí encontrarían también a su párroco, disponible para escucharlos y perdonarlos. Al final, una muchedumbre cada vez mayor de penitentes, provenientes de toda Francia, lo retenía en el confesionario hasta 16 horas al día. Se comentaba que Ars se había convertido en "el gran hospital de las almas". Su primer biógrafo afirma: "La gracia que conseguía [para que los pecadores se convirtiesen] era tan abundante que salía en su búsqueda sin dejarles un momento de tregua". En este mismo sentido, el Santo Cura de Ars decía: "No es el pecador el que vuelve a Dios para pedirle perdón, sino Dios mismo quien va tras el pecador y lo hace volver a Él". "Este buen Salvador está tan lleno de amor que nos busca por todas partes".

  Todos los sacerdotes hemos de considerar como dirigidas personalmente a nosotros aquellas palabras que él ponía en boca de Jesús: "Encargaré a mis ministros que anuncien a los pecadores que estoy siempre dispuesto a recibirlos, que mi misericordia es infinita". Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del "diálogo de salvación" que en él se debe entablar. El Cura de Ars se comportaba de manera diferente con cada penitente. Quien se acercaba a su confesionario con una necesidad profunda y humilde del perdón de Dios, encontraba en él palabras de ánimo para sumergirse en el "torrente de la divina misericordia" que arrastra todo con su fuerza. Y si alguno estaba afligido por su debilidad e inconstancia, con miedo a futuras recaídas, el Cura de Ars le revelaba el secreto de Dios con una expresión de una belleza conmovedora: "El buen Dios lo sabe todo. Antes incluso de que se lo confeséis, sabe ya que pecaréis nuevamente y sin embargo os perdona. ¡Qué grande es el amor de nuestro Dios que le lleva incluso a olvidar voluntariamente el futuro, con tal de perdonarnos!".  A quien, en cambio, se acusaba de manera fría y casi indolente, le mostraba, con sus propias lágrimas, la evidencia seria y dolorosa de lo "abominable" de su actitud: "Lloro porque vosotros no lloráis",  decía. "Si el Señor no fuese tan bueno... pero lo es. Hay que ser un bárbaro para comportarse de esta manera ante un Padre tan bueno".  Provocaba el arrepentimiento en el corazón de los tibios, obligándoles a ver con sus propios ojos el sufrimiento de Dios por los pecados como "encarnado" en el rostro del sacerdote que los confesaba. Si alguno manifestaba deseos y actitudes de una vida espiritual más profunda, le mostraba abiertamente las profundidades del amor, explicándole la inefable belleza de vivir unidos a Dios y estar en su presencia: "Todo bajo los ojos de Dios, todo con Dios, todo para agradar a Dios... ¡Qué maravilla!".  Y les enseñaba a orar: "Dios mío, concédeme la gracia de amarte tanto cuanto yo sea capaz".

  El Cura de Ars consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de muchas personas, porque fue capaz de hacerles sentir el amor misericordioso del Señor. Urge también en nuestro tiempo un anuncio y un testimonio similar de la verdad del Amor: "Deus caritas est" (1 Jn 4, 8). Con la Palabra y con los Sacramentos de su Jesús, Juan María Vianney edificaba a su pueblo, aunque a veces se agitaba interiormente porque no se sentía a la altura, hasta el punto de pensar muchas veces en abandonar las responsabilidades del ministerio parroquial para el que se sentía indigno. Sin embargo, con un sentido de la obediencia ejemplar, permaneció siempre en su puesto, porque lo consumía el celo apostólico por la salvación de las almas. Se entregaba totalmente a su propia vocación y misión con una ascesis severa: "La mayor desgracia para nosotros los párrocos -deploraba el Santo- es que el alma se endurezca"; con esto se refería al peligro de que el pastor se acostumbre al estado de pecado o indiferencia en que viven muchas de sus ovejas. 

  Dominaba su cuerpo con vigilias y ayunos para evitar que opusiera resistencia a su alma sacerdotal. Y se mortificaba voluntariamente en favor de las almas que le habían sido confiadas y para unirse a la expiación de tantos pecados oídos en confesión. A un hermano sacerdote, le explicaba: "Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos". Más allá de las penitencias concretas que el Cura de Ars hacía, el núcleo de su enseñanza sigue siendo en cualquier caso válido para todos: las almas cuestan la sangre de Cristo y el sacerdote no puede dedicarse a su salvación sin participar personalmente en el "alto precio" de la redención.

  En la actualidad, como en los tiempos difíciles del Cura de Ars, es preciso que los sacerdotes, con su vida y obras, se distingan por un vigoroso testimonio evangélico. Pablo VI ha observado oportunamente: "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan, es porque dan testimonio". Para que no nos quedemos existencialmente vacíos, comprometiendo con ello la eficacia de nuestro ministerio, debemos preguntarnos constantemente: "¿Estamos realmente impregnados por la palabra de Dios? ¿Es ella en verdad el alimento del que vivimos, más que lo que pueda ser el pan y las cosas de este mundo? ¿La conocemos verdaderamente? ¿La amamos? ¿Nos ocupamos interiormente de esta palabra hasta el punto de que realmente deja una impronta en nuestra vida y forma nuestro pensamiento?".  Así como Jesús llamó a los Doce para que estuvieran con Él (cf. Mc 3, 14), y sólo después los mandó a predicar, también en nuestros días los sacerdotes están llamados a asimilar el "nuevo estilo de vida" que el Señor Jesús inauguró y que los Apóstoles hicieron suyo.

  La identificación sin reservas con este "nuevo estilo de vida" caracterizó la dedicación al ministerio del Cura de Ars. El Papa Juan XXIII en la Carta encíclica "Sacerdotii nostri primordia", publicada en 1959, en el primer centenario de la muerte de san Juan María Vianney, presentaba su fisonomía ascética refiriéndose particularmente a los tres consejos evangélicos, considerados como necesarios también para los presbíteros: "Y, si para alcanzar esta santidad de vida, no se impone al sacerdote, en virtud del estado clerical, la práctica de los consejos evangélicos, ciertamente que a él, y a todos los discípulos del Señor, se le presenta como el camino real de la santificación cristiana".

  El Cura de Ars supo vivir los "consejos evangélicos" de acuerdo a su condición de presbítero. En efecto, su pobreza no fue la de un religioso o un monje, sino la que se pide a un sacerdote: a pesar de manejar mucho dinero (ya que los peregrinos más pudientes se interesaban por sus obras de caridad), era consciente de que todo era para su iglesia, sus pobres, sus huérfanos, sus niñas de la "Providence", sus familias más necesitadas. Por eso "era rico para dar a los otros y era muy pobre para sí mismo".  Y explicaba: "Mi secreto es simple: dar todo y no conservar nada".  Cuando se encontraba con las manos vacías, decía contento a los pobres que le pedían: "Hoy soy pobre como vosotros, soy uno de vosotros". Así, al final de su vida, pudo decir con absoluta serenidad: "No tengo nada... Ahora el buen Dios me puede llamar cuando quiera".  También su castidad era la que se pide a un sacerdote para su ministerio. Se puede decir que era la castidad que conviene a quien debe tocar habitualmente con sus manos la Eucaristía y contemplarla con todo su corazón arrebatado y con el mismo entusiasmo la distribuye a sus fieles. Decían de él que "la castidad brillaba en su mirada", y los fieles se daban cuenta cuando clavaba la mirada en el sagrario con los ojos de un enamorado.  También la obediencia de san Juan María Vianney quedó plasmada totalmente en la entrega abnegada a las exigencias cotidianas de su ministerio. Se sabe cuánto le atormentaba no sentirse idóneo para el ministerio parroquial y su deseo de retirarse "a llorar su pobre vida, en soledad".  Sólo la obediencia y la pasión por las almas conseguían convencerlo para seguir en su puesto. A los fieles y a sí mismo explicaba: "No hay dos maneras buenas de servir a Dios. Hay una sola: servirlo como Él quiere ser servido".  Consideraba que la regla de oro para una vida obediente era: "Hacer sólo aquello que puede ser ofrecido al buen Dios".

  En el contexto de la espiritualidad apoyada en la práctica de los consejos evangélicos, me complace invitar particularmente a los sacerdotes, en este Año dedicado a ellos, a percibir la nueva primavera que el Espíritu está suscitando en nuestros días en la Iglesia, a la que los Movimientos eclesiales y las nuevas Comunidades han contribuido positivamente. "El Espíritu es multiforme en sus dones... Él sopla donde quiere. Lo hace de modo inesperado, en lugares inesperados y en formas nunca antes imaginadas... Él quiere vuestra multiformidad y os quiere para el único Cuerpo".  A este propósito vale la indicación del Decreto Presbyterorum ordinis: "Examinando los espíritus para ver si son de Dios, [los presbíteros] han de descubrir mediante el sentido de la fe los múltiples carismas de los laicos, tanto los humildes como los más altos, reconocerlos con alegría y fomentarlos con empeño".  Dichos dones, que llevan a muchos a una vida espiritual más elevada, pueden hacer bien no sólo a los fieles laicos sino también a los ministros mismos. La comunión entre ministros ordenados y carismas "puede impulsar un renovado compromiso de la Iglesia en el anuncio y en el testimonio del Evangelio de la esperanza y de la caridad en todos los rincones del mundo". 

  Quisiera añadir además, en línea con la Exhortación apostólica "Pastores dabo vobis" del Papa Juan Pablo II, que el ministerio ordenado tiene una radical "forma comunitaria" y sólo puede ser desempeñado en la comunión de los presbíteros con su Obispo.  Es necesario que esta comunión entre los sacerdotes y con el propio Obispo, basada en el sacramento del Orden y manifestada en la concelebración eucarística, se traduzca en diversas formas concretas de fraternidad sacerdotal efectiva y afectiva.  Sólo así los sacerdotes sabrán vivir en plenitud el don del celibato y serán capaces de hacer florecer comunidades cristianas en las cuales se repitan los prodigios de la primera predicación del Evangelio.

  El Año Paulino que está para concluir orienta nuestro pensamiento también hacia el Apóstol de los gentiles, en quien podemos ver un espléndido modelo sacerdotal, totalmente "entregado" a su ministerio. "Nos apremia el amor de Cristo -escribía-, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron" (2 Co 5, 14). Y añadía: "Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos" (2 Co 5, 15). ¿Qué mejor programa se podría proponer a un sacerdote que quiera avanzar en el camino de la perfección cristiana?

  Queridos sacerdotes, la celebración del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney (1859) viene inmediatamente después de las celebraciones apenas concluidas del 150 aniversario de las apariciones de Lourdes (1858). Ya en 1959, el Beato Papa Juan XXIII había hecho notar: "Poco antes de que el Cura de Ars terminase su carrera tan llena de méritos, la Virgen Inmaculada se había aparecido en otra región de Francia a una joven humilde y pura, para comunicarle un mensaje de oración y de penitencia, cuya inmensa resonancia espiritual es bien conocida desde hace un siglo. En realidad, la vida de este sacerdote cuya memoria celebramos, era anticipadamente una viva ilustración de las grandes verdades sobrenaturales enseñadas a la vidente de Massabielle. Él mismo sentía una devoción vivísima hacia la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen; él, que ya en 1836 había consagrado su parroquia a María concebida sin pecado, y que con tanta fe y alegría había de acoger la definición dogmática de 1854". El Santo Cura de Ars recordaba siempre a sus fieles que "Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir de su Santa Madre".

  Confío este Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite en cada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la tarea del Santo Cura de Ars. Con su ferviente vida de oración y su apasionado amor a Jesús crucificado, Juan María Vianney alimentó su entrega cotidiana sin reservas a Dios y a la Iglesia. Que su ejemplo fomente en los sacerdotes el testimonio de unidad con el Obispo, entre ellos y con los laicos, tan necesario hoy como siempre. A pesar del mal que hay en el mundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en el Cenáculo: "En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo" (Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza el futuro. Queridos sacerdotes, Cristo cuenta con vosotros. A ejemplo del Santo Cura de Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".
BXVI-CARTA/AÑO SACERDOTAL/...                    VIS 20090618 (4000)


AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Cuatro prelados de la Conferencia Episcopal Venezolana en visita "ad limina":

    -Obispo José Sotero Valero Ruz, de Guanare.

    -Obispo Ramón José Aponte Fernández, de Valle de la Pascua.

    -Obispo Jorge Aníbal Quintero Chacón, de Margarita.

    -Obispo Ramón José Viloria Pinzón, de Puerto Cabello.

-Su Santidad Abuna Paulos, patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía.
AL:AP/.../...                                   VIS 20090618 (70)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2009 (VIS).-El Santo Padre:

-Aceptó la renuncia del obispo Jozef Smej al oficio de auxiliar de la archidiócesis de Maribor (Eslovenia) por límite de edad.

-Nombró al obispo Juan Manuel Mancilla Sánchez, hasta ahora de la diócesis de Ciudad Obregón (México), obispo de Texcoco (superficie 1.139, población 1.578.718, católicos 1.355.000, sacerdotes 144, religiosos 317, diáconos permanentes 17) en México.

-Nombró al obispo Christopher Prowse, hasta ahora auxiliar de la archidiócesis de  Melbourne (Australia), obispo de Sale (superficie 44.441, población 373.000, católicos 92.700, sacerdotes 42, religiosos 44, diáconos permanentes 5) en Australia.

-Nombró al arzobispo Giacinto Berloco, hasta ahora nuncio apostólico en Venezuela, nuncio apostólico en Bélgica.
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miércoles, 17 de junio de 2009

COMUNICADO SOBRE REUNION OBISPOS AUSTRIA CON EL PAPA


CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2009 (VIS).-La Oficina de Prensa de la Santa Sede hizo público ayer por la tarde el siguiente comunicado sobre el encuentro del Papa y de los jefes de algunos dicasterios de la Curia Romana con un grupo de obispos austriacos, los pasados 15 y 16 de junio en el Vaticano.

  "En la reunión, caracterizada por un vivo “afecto colegial”, se han afrontado, con un diálogo fraterno y un espíritu constructivo, temas que afectan a la situación de la diócesis de Linz y de la Iglesia en Austria, presentando soluciones para los problemas actuales".
 
  "El Santo Padre ha recordado la urgencia de profundizar en la fe y la fidelidad integral al Concilio Vaticano II y al Magisterio post-conciliar de la Iglesia, y en la renovación de la catequesis a la luz del Catecismo de la Iglesia Católica".

  “Además, se ha hablado de cuestiones doctrinales y pastorales y de la situación del clero, del laicado, de los seminarios mayores y de las facultades teológicas en Linz y en otras diócesis de Austria".

  "Los obispos austriacos han dado las gracias al Santo Padre por su solicitud paterna y por este encuentro, signo de su cercanía a la Iglesia en Austria, y le han asegurado su plena comunión y su afecto. Los obispos austriacos dan gracias también a la Curia Romana por la fecunda colaboración y la disponibilidad".

  En los encuentros, participaron los siguientes obispos de Austria: cardenal Christoph Schönborn, O.P., arzobispo de Viena y presidente de la Conferencia Episcopal; arzobispo Alois Kothgasser, S.D.B., de Salzburgo; obispo Egon Kapellari, de Graz-Seckau, vicepresidente de la Conferencia Episcopal; y el obispo Ludwig Schwarz, S.D.B., de Linz.

  Estaba también presente el nuncio apostólico en Austria, el arzobispo Peter Stephan Zurbriggen, y los siguientes jefes de los dicasterios: cardenales Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos; William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Cláudio Hummes, O.F.M., prefecto de la Congregación para el Clero; Zenon Grocholewski, prefecto para la Congregación para la Educación Católica; y Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.
OP/REUNION OBISPOS AUSTRIA/…                    VIS 20090617 (360)


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