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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 25 de mayo de 2015

Reunión del Consejo de la Secretaría del Sínodo de los Obispos


Ciudad del Vaticano, 25 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha presidido esta mañana los trabajos del Consejo de la Secretaría del Sínodo de los Obispos.

Pentecostés: El Espíritu Santo nos hace capaces de dedicarnos a las obras de la justicia y de la paz


Ciudad del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).- ''Reforzados por el Espíritu Santo – que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a nosotros y a toda la tierra... llegamos a ser capaces de luchar, sin concesión alguna, contra el pecado, de luchar, sin concesión alguna, contra la corrupción que, día tras día, se extiende cada vez más en el mundo, y de dedicarnos con paciente perseverancia a las obras de la justicia y de la paz'', afirmó el Papa Francisco durante la misa celebrada en la basílica de San Pedro en la solemnidad de Pentecostés.

El Santo Padre reiteró varias veces durante su homilía que el Espíritu Santo tanto ayer como hoy guía , renueva y da frutos, actuando en las personas y en las comunidades, y haciéndolas capaces de ''recibir a Dios'', como afirmaron los Santos Padres.

''La tarde de Pascua -explicó Francisco- Jesús se aparece a sus discípulos y sopla sobre ellos su Espíritu; en la mañana de Pentecostés la efusión se produce de manera fragorosa, como un viento que se abate impetuoso sobre la casa e irrumpe en las mentes y en los corazones de los Apóstoles. En consecuencia reciben una energía tal que los empuja a anunciar en diversos idiomas el evento de la resurrección de Cristo... Junto a ellos estaba María, la Madre de Jesús, la primera discípula, y allí Madre de la Iglesia naciente. Con su paz, con su sonrisa, con su maternidad, acompañaba el gozo de la joven Esposa, la Iglesia de Jesús''.

En el Evangelio, Jesús promete a sus discípulos que, cuando él haya regresado al Padre, vendrá el Espíritu Santo que los ''guiará hasta la verdad plena'' y les explica que su acción será la de introducirles cada vez más en la comprensión de aquello que él, el Mesías, ha dicho y hecho, de modo particular de su muerte y de su resurrección. ''A los Apóstoles, incapaces de soportar el escándalo de la pasión de su Maestro -recordó el Papa- el Espíritu les dará una nueva clave de lectura para introducirles en la verdad y en la belleza del evento de la salvación. Estos hombres, antes asustados y paralizados, encerrados en el cenáculo para evitar las consecuencias del viernes santo, ya no se avergonzarán de ser discípulos de Cristo, ya no temblarán ante los tribunales humanos. Gracias al Espíritu Santo del cual están llenos, ellos comprenden ''toda la verdad'', esto es: que la muerte de Jesús no es su derrota, sino la expresión extrema del amor de Dios. Amor que en la Resurrección vence a la muerte y exalta a Jesús como el Viviente, el Señor, el Redentor del hombre, el Señor de la historia y del mundo. Y esta realidad, de la cual ellos son testigos, se convierte en Buena Noticia que se debe anunciar a todos''.

El Espíritu Santo también renueva la tierra. ''Por eso, el respeto de la creación es una exigencia de nuestra fe: el “jardín” en el cual vivimos no se nos ha confiado para que abusemos de él, sino para que lo cultivemos y lo custodiemos con respeto . Pero esto es posible solamente si Adán – el hombre formado con tierra – se deja a su vez renovar por el Espíritu Santo, si se deja reformar por el Padre según el modelo de Cristo, nuevo Adán. Entonces sí, renovados por el Espíritu, podemos vivir la libertad de los hijos en armonía con toda la creación y en cada criatura podemos reconocer un reflejo de la gloria del Creador''.

''El mundo tiene necesidad de hombres y mujeres no cerrados, sino llenos de Espíritu Santo -exclamó el Pontífice al final de su homilía- El estar cerrados al Espíritu Santo no es solamente falta de libertad, sino también pecado. Existen muchos modos de cerrarse al Espíritu Santo. En el egoísmo del propio interés, en el legalismo rígido – como la actitud de los doctores de la ley que Jesús llama hipócritas -, en la falta de memoria de todo aquello que Jesús ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino como interés personal, entre otras cosas. En cambio, el mundo tiene necesidad del valor, de la esperanza, de la fe y de la perseverancia de los discípulos de Cristo''.El mundo necesita los frutos, los dones del Espíritu Santo, como enumera san Pablo: ''amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí'' . El don del Espíritu Santo ha sido dado en abundancia a la Iglesia y a cada uno de nosotros, para que podamos vivir con fe genuina y caridad operante, para que podamos difundir la semilla de la reconciliación y de la paz''.


Regina Coeli: La Iglesia no nace aislada


Ciudad del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre, como todos los domingos a mediodía, se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Regina Coeli con los miles de peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Antes de la oración mariana se refirió de nuevo a la solemnidad de Pentecostés que representa ''el bautismo de la Iglesia que iniciaba así su camino en la historia guiada por la fuerza del Espíritu Santo''. ''Aquel acontecimiento que cambia el corazón y la vida de los apóstoles y de los demás discípulos, repercute inmediatamente fuera del Cenáculo -dijo-. Efectivamente, la puerta cerrada durante cincuenta días, por fin se abre de par en par y la primera comunidad cristiana, que ya no está replegada sobre sí misma, empieza a hablar a la multitud de las grandes cosas que Dios ha hecho... Y cada uno de los presentes oye hablar a los discípulos en su propia lengua. El don del Espíritu restablece la armonía de las lenguas que se había perdido en Babel y anticipa la dimensión universal de la misión de los apóstoles''.

La Iglesia ''no nace aislada, nace universal, una, católica, con una identidad precisa pero abierta a todos, no cerrada, una identidad que abraza al mundo entero, sin excluir a nadie. ¡La madre Iglesia no cierra la puerta en la cara a nadie, a nadie! ¡Ni siquiera al más pecador, a nadie! Y es así por la fuerza y la gracia del Espíritu Santo. La madre Iglesia abre de par en par sus puertas a todos porque es madre''.


Pentecostés es también ''el inicio de una nueva estación: la estación del testimonio y de la fraternidad. Es una estación que procede de las alturas, que viene de Dios, como las lenguas de fuego que se posaron en la cabeza de cada discípulo. Era la llama del amor que quema toda aspereza; era la lengua del Evangelio que atraviesa los confines erigidos por los hombres y toca los corazones de la multitud, sin distinción de lengua, raza o nacionalidad. Como aquel día de Pentecostés, también hoy el Espíritu Santo se efunde constantemente sobre la Iglesia y sobre cada uno de nosotros para que salgamos de nuestra mediocridad y nuestras cerrazones y comuniquemos al mundo entero el amor misericordioso del Señor para que, al mismo tiempo que anunciamos a Jesús resucitado, vivo y presente entre nosotros, calentemos nuestros corazones y también el corazón de los pueblos acercándolos a El, camino, verdad y vida''.

El Papa insta a la Comunidad internacional a socorrer a los prófugos del Golfo de Bengala


Ciudad del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-Después del Regina Coeli el Papa manifestó su viva preocupación y su dolor por la suerte de los numerosos prófugos del Golfo de Bengala y el mar de Andamán, expresando también su aprecio a los países ''que se han declarado disponibles para acoger a estas personas que enfrentan grandes sufrimientos y peligros''. También ha instado a la Comunidad internacional a prestar asistencia humanitaria a los prófugos.

A continuación recordó que hoy se cumplen cien años de la entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial, ''esa masacre inútil'' . ''Recemos por las víctimas -dijo- pidiendo al Espíritu Santo el don de la paz''.

También habló de la beatificación, ayer en El Salvador, del arzobispo Oscar Romero y en Kenia, de la religiosa italiana Irene Stefanini. ''El primero asesinado por odio a la fe mientras celebraba la Eucaristía -destacó- Este pastor celoso, siguiendo el ejemplo de Jesús, eligió estar en medio de su pueblo, especialmente entre los pobres y los oprimidos, aun a costa de su vida. Sor Irene Stefanini, misionera de la Consolata, sirvió a la población keniana con alegría, misericordia y compasión tierna. Que el ejemplo de estos beatos suscite en cada uno de nosotros el deseo de testimoniar el evangelio con valor y abnegación''.


Por último, en la festividad de María Auxiliadora, saludó a la comunidad salesiana y pidió que el Señor le diera fuerzas para proseguir su tarea con el espíritu de San Juan Bosco.

Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones: ''Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres''


Ciudad del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-Se publica hoy el mensaje del Santo Padre para la 89 Jornada Mundial de las Misiones que se celebrará el domingo 18 de octubre de 2015 y que este año, como escribe el Papa, se enmarca en el Año de la Vida Consagrada, poniendo en evidencia el vínculo entre fe y misión.

Sigue el texto completo del mensaje:

''La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión. De hecho, si todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor Jesús proclamando la fe que ha recibido como un don, esto es particularmente válido para la persona consagrada, porque entre la vida consagrada y la misión subsiste un fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha dado lugar a la aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla. Y dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misionero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este mismo carácter.

La dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia, es también intrínseca a toda forma de vida consagrada, y no puede ser descuidada sin que deje un vacío que desfigure el carisma. La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión es parte de la “gramática” de la fe, es algo imprescindible para aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra “ven” y “ve”. Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero, y sabe que Jesús ''camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera'' .

La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en ese mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón traspasado, se extiende a todo el pueblo de Dios y a la humanidad entera; Así redescubrimos que él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado y de todos aquellos que lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús: “id” están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida; y de forma especial se pide a los consagrados que escuchen la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de la misión, entre las personas a las que aún no ha llegado todavía el Evangelio.

El quincuagésimo aniversario del Decreto conciliar ''Ad gentes'' nos invita a releer y meditar este documento que suscitó un fuerte impulso misionero en los Institutos de Vida Consagrada. En las comunidades contemplativas retomó luz y elocuencia la figura de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, como inspiradora del vínculo íntimo de la vida contemplativa con la misión. Para muchas congregaciones religiosas de vida activa el anhelo misionero que surgió del Concilio Vaticano II se puso en marcha con una apertura extraordinaria a la misión ad gentes, a menudo acompañada por la acogida de hermanos y hermanas provenientes de tierras y culturas encontradas durante la evangelización, por lo que hoy en día se puede hablar de una interculturalidad generalizada en la vida consagrada. Precisamente por esta razón, es urgente volver a proponer el ideal de la misión en su centro: Jesucristo, y en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación del Evangelio. No puede haber ninguna concesión sobre esto: quién, por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la misión. Para estas personas, el anuncio de Cristo, en las diversas periferias del mundo, se convierte en la manera de vivir el seguimiento de él y recompensa los muchos esfuerzos y privaciones. Cualquier tendencia a desviarse de esta vocación, aunque sea acompañada por nobles motivos relacionados con la muchas necesidades pastorales, eclesiales o humanitarias, no está en consonancia con el llamamiento personal del Señor al servicio del Evangelio. En los Institutos misioneros los formadores están llamados tanto a indicar clara y honestamente esta perspectiva de vida y de acción como a actuar con autoridad en el discernimiento de las vocaciones misioneras auténticas. Me dirijo especialmente a los jóvenes, que siguen siendo capaces de dar testimonios valientes y de realizar hazañas generosas a veces contra corriente: no dejéis que os roben el sueño de una misión auténtica, de un seguimiento de Jesús que implique la donación total de sí mismo. En el secreto de vuestra conciencia, preguntaos cuál es la razón por la que habéis elegido la vida religiosa misionera y medid la disposición a aceptarla por lo que es: un don de amor al servicio del anuncio del Evangelio, recordando que, antes de ser una necesidad para aquellos que no lo conocen, el anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman al Maestro.

Hoy, la misión se enfrenta al reto de respetar la necesidad de todos los pueblos de partir de sus propias raíces y de salvaguardar los valores de las respectivas culturas. Se trata de conocer y respetar otras tradiciones y sistemas filosóficos, y reconocer a cada pueblo y cultura el derecho de hacerse ayudar por su propia tradición en la inteligencia del misterio de Dios y en la acogida del Evangelio de Jesús, que es luz para las culturas y fuerza transformadora de las mismas.

Dentro de esta compleja dinámica, nos preguntamos: “¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?” La respuesta es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y olvidados, aquellos que no tienen como pagarte. La evangelización, dirigida preferentemente a ellos, es signo del Reino que Jesús ha venido a traer: ''Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos''. Esto debe estar claro especialmente para las personas que abrazan la vida consagrada misionera: con el voto de pobreza se escoge seguir a Cristo en esta preferencia suya, no ideológicamente, sino como él, identificándose con los pobres, viviendo como ellos en la precariedad de la vida cotidiana y en la renuncia de todo poder para convertirse en hermanos y hermanas de los últimos, llevándoles el testimonio de la alegría del Evangelio y la expresión de la caridad de Dios.

Para vivir el testimonio cristiano y los signos del amor del Padre entre los pequeños y los pobres, las personas consagradas están llamadas a promover, en el servicio de la misión, la presencia de los fieles laicos. Ya el Concilio Ecuménico Vaticano II afirmaba: ''Los laicos cooperan a la obra de evangelización de la Iglesia y participan de su misión salvífica a la vez como testigos y como instrumentos vivos''. Es necesario que los misioneros consagrados se abran cada vez con mayor valentía a aquellos que están dispuestos a colaborar con ellos, aunque sea por un tiempo limitado, para una experiencia sobre el terreno. Son hermanos y hermanas que quieren compartir la vocación misionera inherente al Bautismo. Las casas y las estructuras de las misiones son lugares naturales para su acogida y su apoyo humano, espiritual y apostólico.

Las Instituciones y Obras misioneras de la Iglesia están totalmente al servicio de los que no conocen el Evangelio de Jesús. Para lograr eficazmente este objetivo, estas necesitan los carismas y el compromiso misionero de los consagrados, pero también, los consagrados, necesitan una estructura de servicio, expresión de la preocupación del Obispo de Roma para asegurar la koinonía, de forma que la colaboración y la sinergia sean una parte integral del testimonio misionero. Jesús ha puesto la unidad de los discípulos, como condición para que el mundo crea . Esta convergencia no equivale a una sumisión jurídico-organizativa a organizaciones institucionales, o a una mortificación de la fantasía del Espíritu que suscita la diversidad, sino que significa dar más eficacia al mensaje del Evangelio y promover aquella unidad de propósito que es también fruto del Espíritu.

La Obra Misionera del Sucesor de Pedro tiene un horizonte apostólico universal. Por ello también necesita de los múltiples carismas de la vida consagrada, para abordar al vasto horizonte de la evangelización y para poder garantizar una adecuada presencia en las fronteras y territorios alcanzados.

Queridos hermanos y hermanas, la pasión del misionero es el Evangelio. San Pablo podía afirmar: ''¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!''. El Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres. La Iglesia es consciente de este don, por lo tanto, no se cansa de proclamar sin cesar a todos ''lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos''. La misión de los servidores de la Palabra - obispos, sacerdotes, religiosos y laicos - es la de poner a todos, sin excepción, en una relación personal con Cristo. En el inmenso campo de la acción misionera de la Iglesia, todo bautizado está llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su situación personal. Una respuesta generosa a esta vocación universal la pueden ofrecer los consagrados y las consagradas, a través de una intensa vida de oración y de unión con el Señor y con su sacrificio redentor.


Mientras encomiendo a María, Madre de la Iglesia y modelo misionero, a todos aquellos que, ad gentes o en su propio territorio, en todos los estados de vida cooperan al anuncio del Evangelio, os envío de todo corazón mi Bendición Apostólica.''

Francisco reza con los pastores evangélicos pentecostales de Phoenix por la unidad de la Iglesia


Ciudad del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-La diócesis de Phoenix (Estados Unidos), ha organizado una jornada de diálogo y oración, en vísperas de Pentecostés, con un grupo de pastores evangélicos de orientación pentecostal, entre los que se encuentra el italiano Giovanni Traettino, a quien el Papa visitó durante su viaje a Caserta. El Santo Padre se unió a ellos con un mensaje en vídeo transmitido ayer tarde en apertura del encuentro (noche en Europa), del que reproducimos amplios extractos:

Padre, que sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado”: es el eslogan, el lema de este encuentro; la oración de Cristo para que el Padre conceda la gracia de la unidad .Este sábado .... voy a estar con ustedes, espiritualmente, con todo mi corazón. Buscando juntos, pidiendo juntos la gracia de la unidad. La unidad que está germinando en nosotros, la unidad que comienza sellada por un solo Bautismo y que todos tenemos. La unidad que vamos buscando juntos en el camino. La unidad espiritual de la oración, los unos por los otros. La unidad del trabajo conjunto en la ayuda de los hermanos, de los que creen en la soberanía de Cristo. Queridos hermanos, la desunión es una herida en el cuerpo de la Iglesia de Cristo. Y nosotros no queremos que esa herida permanezca. La desunión es obra del padre de la mentira, del padre de la discordia, que siempre busca que los hermanos estén divididos''.

''Hoy reunidos, yo desde Roma y ustedes allí, pediremos para que el Padre envíe el Espíritu de Jesús, el Espíritu Santo, y nos de la gracia de que todos sean uno, “para que el mundo crea”. Y me viene a la mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía, no sé. Pero hay alguien que ‘sabe’ que, pese a las diferencias, somos uno. Y es el que nos persigue. El que persigue hoy día a los cristianos, el que nos unge con el martirio, sabe que los cristianos son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos! No le interesa si son evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos, apostólicos…¡no le interesa! Son cristianos. Y esa sangre se junta. Hoy estamos viviendo, queridos hermanos, el “ecumenismo de la sangre”. Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias, hermanarnos cada vez más''.

''Yo estoy convencido de que la unidad entre nosotros no la van a hacer los teólogos. Los teólogos nos ayudan, la ciencia de los teólogos nos va a ayudar, pero si esperamos que los teólogos se pongan de acuerdo, la unidad recién se va a lograr al día siguiente del día del Juicio Final. La unidad la hace el Espíritu Santo, los teólogos nos ayudan, ¡pero nos ayudan las buenas voluntades de todos nosotros en el camino y el corazón abierto al Espíritu Santo!Con toda humildad, me uno a ustedes como uno más en esta jornada de oración, de amistad, de cercanía, de reflexión. Con la certeza de que tenemos un solo Señor: Jesús es el Señor. Con la certeza de que este Señor está vivo: Jesús vive, vive el Señor en cada uno de nosotros. Con la certeza de que nos ha enviado el Espíritu que prometió para que realizara esa “armonía” entre todos sus discípulos''.




Beato Óscar Arnulfo Romero: Mártir que supo guiar, defender y proteger a su rebaño


Ciudad del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha enviado una carta al monseñor José Luis Escobar Alas, Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador y arzobispo de San Salvador con motivo de la beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, arzobispo de esa arquidiócesis y mártir, asesinado por odio a la fe el 24 de marzo de 1980. A la misa de beatificación, celebrada en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, ha participado como representante del Papa el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Sigue el texto integral:

''La beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, que fue Pastor de esa querida Arquidiócesis, es motivo de gran alegría para los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los mejores hijos de la Iglesia. Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo.

El Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra siempre solícito con sus necesidades. Él ve la opresión, oye los gritos de dolor de sus hijos, y acude en su ayuda para librarlos de la opresión y llevarlos a una nueva tierra, fértil y espaciosa, que ''mana leche y miel'' . Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño.

En ese hermoso país centroamericano, bañado por el Océano Pacífico, el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor. En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas.

En este día de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, damos gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana.

La voz del nuevo Beato sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, convocación de hermanos entorno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división. La fe en Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad. A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.

Monseñor Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia. Es necesario renunciar a ''la violencia de la espada, la del odio'', y vivir ''la violencia del amor, la que dejo a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros''. Él supo ver y experimento en su propia carne ''el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás''. Y, con corazón de padre, se preocupó de ''las mayorías pobres'', pidiendo a los poderosos que convirtiesen ''las armas en hoces para el trabajo''.

Quienes tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y animo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social más equitativo y digno.

Es momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El Papa participa de sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa Nación, que se precia de llevar el nombre del divino Salvador del mundo''.

Querido hermano, te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí, a la vez que imparto la Bendición Apostólica a todos los que se unen de diversas maneras a la celebración del nuevo Beato''.



Mensaje del Papa a la II Conferencia Internacional sobre la Mujer


Ciudad del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Papa ha enviado un mensaje de saludo y aliento a los participantes en la II Conferencia Internacional sobre la Mujer -que concluye hoy sus trabajos en Roma- organizada por el Pontificio Consejo Justicia y Paz en colaboración con la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas y con la World Alliance for Life and Family, dedicada al tema ''Mujeres hacia la agenda para el Desarrollo post-2015: ¿Qué retos de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible?''.

''En las diversas partes del mundo las mujeres se enfrentan a problemas y desafíos diferentes -escribe Francisco- En el mundo occidental todavía sufren, a veces, la discriminación en el lugar de trabajo; a menudo se ven obligadas a elegir entre el trabajo y la familia; su vida de novias, esposas, madres, hermanas, abuelas, conoce a menudo por desgracia la violencia. En los países en desarrollo y en los más pobres son las mujeres las que llevan el peso más grande sobre los hombros; las que recorren día a día kilometros en busca de agua; las que muy a menudo mueren al dar a luz un hijo; las que son secuestradss para fines de explotación sexual u obligadas al matrimonio en edad demasiado joven o en contra de su voluntad; a veces incluso se les niega el derecho a la vida sólo por ser mujeres. Todas estas cuestiones se reflejan en las propuestas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que actualmente se están discutiendo en las Naciones Unidas''.

''Los temas relacionados con la vida están intrínsecamente ligadaos a los sociales; cuando defendemos el derecho a la vida, lo hacemos también para que esa vida, desde su concepción hasta su fin natural, sea una vida digna, que no conoce las heridas del hambre y la pobreza, de la violencia y la persecución. El Papa Benedicto XVI, en su encíclica ''Caritas in veritate'' subrayaba que la Iglesia propone con fuerza esta relación entre ética de la vida y ética social,consciente de que 'no puede tener bases sólidas, una sociedad que -mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz- se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada'.''


''A vosotros que estáis comprometidos en la defensa de la dignidad de las mujeres y la promoción de sus derechos, os pido que os dejéis guiar por el espíritu de humanidad y compasión en el servicio al prójimo. Que la competencia profesional sea vuestra cualidad esencial, pero sin individualismo, sin mero activismo, sino con compromiso generoso. Así haréis surgir los dones inconmensurables con que Dios ha enriquecido a la mujer, haciéndola capaz de comprensión y de diálogo para conciliar conflictos grandes y pequeños, de sensibilidad para sanar las heridas y cuidar de cada vida, también en el ámbito social, y de misericordia y ternura para unir a las personas. Estos aspectos, junto con otros, son parte del "genio femenino" que es necesario que se manifiesta plenamente en beneficio de toda la sociedad''.

El Papa a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores: Luchad por un trabajo libre, creativo, participativo y solidario


Ciudad del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-''Tenemos que conseguir que a través del trabajo, libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano exprese y aumente la dignidad de su vida'', ha dicho el Papa Francisco recibiendo esta mañana a los miembros de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (ACLI) que este año celebran el 70 aniversario de su fundación.

Una conmemoración que ha brindado al Santo Padre la oportunidad de reflexionar sobre la dimensión y la urgencia de la problemática laboral en el mundo actual para proponer soluciones equitativas y solidarias que puedan ponerse en práctica. ''La difusión de la inseguridad, del trabajo ilegal y del chantaje mafioso hace que, sobre todo los jóvenes, sientan que la falta de trabajo priva de la dignidad, impide la plenitud de la vida humana y exige una respuesta inmediata y vigorosa'', dijo, indicando a continuación las cuatro características que tendrían que ser propias de todo trabajo.

En primer lugar, el trabajo libre para que el ser humano, continuando la obra del Creador, haga que el mundo encuentre su finalidad. Una característica que choca con la realidad de un trabajo que se nutre de opresiones en distintos ámbitos, desde la personal, hasta la de las nuevas organizaciones esclavistas que oprimen a los más pobres. ''En particular muchos niños y muchas mujeres están sometidos a una economía que obliga a un trabajo indigno que contradice a la creación en su belleza y en su armonía. Debemos asegurarnos de que el trabajo no sea un instrumento de alienación, sino de esperanza y nueva vida''.

Después, el trabajo creativo, que permite a la persona utilizar sus capacidades únicas y originales. ''Sucede así cuando la libertad y la creatividad … se expresan en algunas formas de empresa, de trabajo colaborativo realizado en una comunidad que consienta un pleno desarrollo económico y social . No podemos cortar las alas a cuantos, especialmente los jóvenes, tienen mucho que dar con su inteligencia y su capacidad; hay que liberarlos de las cargas que los oprimen y les impiden entrar con pleno derecho y tan pronto como sea posible en el mundo del trabajo''.

El trabajo participativo corresponde a la dimensión relacional de la persona y lleva a establecer lazos de colaboración responsable. Sin embargo, ''allí, donde, debido a una visión economicista, se piensa en el ser humano en clave egoísta y en los demás como medios y no como fines, el trabajo pierde su sentido primario de continuación de la obra de Dios.. destinada a la humanidad y de la que todos puedan beneficiarse''.

Por último, el trabajo solidario, para dar respuesta a los tantos hombres y mujeres que han perdido el empleo y que tienen derecho, ante todo a la cercanía y al interés de los demás. Las asociaciones como la ACLI, además de lugares de acogida y encuentro, deben preocuparse por individuar oportunidades de formación y recalificación profesional.

Francisco se refirió a continuación a tres aspectos de la ACLI: la presencia fuera del país que comenzó con la emigración italiana y cuyo valor sigue siendo actual porque de nuevo muchos jóvenes dejan Italia en busca de un trabajo adecuado a su nivel de estudios. ''Ayudadlos en su camino -dijo- en sus ojos podéis ver un reflejo de la mirada de vuestros padres o de vuestros abuelos que se fueron muy lejos para trabajar''.

Además, la asociación está abordando el tema de la lucha contra la pobreza y el empobrecimiento de las clases medias. ''La propuesta de una ayuda no sólo económica a las personas por debajo del umbral de la pobreza absoluta, que en Italia han aumentado en los últimos años, puede aportar beneficios a toda la sociedad -afirmó el Pontífice- Al mismo tiempo se debe evitar que caigan en la pobreza los que hasta hace poco vivían una vida digna. Hoy basta un nada para convertirse en pobres: la pérdida del empleo, un anciano que ya no autosuficiente, una enfermedad en la familia, incluso - pensad en la terrible paradoja - el nacimiento de un niño. Es una importante batalla cultural, la de considerar el welfare una infraestructura para el bienestar y no un costo. Podéis servir de coordinación y de motor a la ''Alianza nueva contra la pobreza ", que tiene como objetivo desarrollar un plan nacional para el trabajo decente y digno''.


''La inspiración cristiana y la dimensión popular -destacó al final el Papa- determinan el modo de entender y actualizar histórica triple fidelidad lealtad de las ACLI: a los trabajadores, a la democracia, a la Iglesia. Hasta el punto de que en el contexto actual, de alguna manera se puede decir que vuestras tres fidelidades históricas... se resumen en una nueva y siempre actual: la fidelidad a los pobres''.

Audiencias


Ciudad del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha recibido en audiencias separadas:

-Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos.

-Boyko Borisov, Presidente del Consejo de ministros de Bulgaria y séquito.

-Nikola Gruevski, Presidente del Gobierno de la ex -República Yugoslava de Macedonia, consu esposa y séquito


Actos Pontificios


Ciudad del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Monseñor Sergio Melillo como obispo de Ariano-Irpino-Lacedonia (superficie 781, población 74.970, católicos 74.270, sacerdotes 44, religiosos 80, diáconos permanentes 8) en Italia. El obispo electo nació en 1955 en Avellino (Italia) y fue ordenado sacerdote en 1989. Es Licenciado en Teología Dogmática (Eclesiología) por el Pontificio Seminario Interregional Campano de Posillipo. En su ministerio pastoral ha sido entre otros, párroco, vicario urbano, subdirector de Caritas diocesana, profesor de instituto, vicario general, moderador de curia. Actualmente era vicario general de la diócesis italiana de Avellino y párroco de la catedral de la misma ciudad.

-Arzobispo Ghaleb Moussa Abdalá Bader como nuncio apostólico en Pakistán. El nuevo nuncio era hasta ahora arzobispo de Argel (Argelia).


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