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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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sábado, 28 de noviembre de 2015

Francisco en Uganda: A pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación


Ciudad del Vaticano, 28 de noviembre de 2015 (Vis).-El Papa Francisco llegó ayer tarde a Uganda, la segunda etapa de su viaje apostólico en Africa. Lo esperaban en el aeropuerto el Presidente Yoweri Kaguta Museweni, diversas autoridades religiosas y civiles y un grupo de danzadores que ejecutó en su honor un baile tradicional. Desde el aeropuerto el Santo Padre se trasladó al State House, de Entebbe, donde después de saludar en privado a la familia del presidente -que también era Jefe de Estado durante la visita de San Juan Pablo a ese país en 1993- encontró a las autoridades y al cuerpo diplomático de Uganda.

En el discurso pronunciado en el Salón de las Conferencias, Francisco recordó que con su visita quería conmemorar el quincuagésimo aniversario de la canonización de los mártires de Uganda por su predecesor, el Papa Pablo VI, pero que esperaba, al mismo tiempo que su visita fuera vista ''como un signo de amistad, aprecio y aliento a todo el pueblo de esta gran nación''.

''Los mártires, tanto católicos como anglicanos, son verdaderos héroes nacionales -subrayó- Ellos dan testimonio de los principios rectores expresados en el lema de Uganda: ''Por Dios y mi país''.. Nos recuerdan el papel fundamental que ha tenido y sigue teniendo la fe, la rectitud moral y el compromiso por el bien común, en la vida cultural, económica y política de este país. También nos recuerdan que, a pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación, y a respetarnos, protegernos y ayudarnos unos a otros como miembros de una única familia humana. Estos altos ideales son especialmente importantes en hombres y mujeres, como ustedes, que han de garantizar una buena y transparente gestión pública, un desarrollo humano integral, una amplia participación en la vida nacional, así como una distribución racional y justa de los bienes que el Creador ha otorgado con abundancia a estas tierras''.

''Mi visita -prosiguio- pretende también llamar la atención sobre África en su conjunto, sus promesas, sus esperanzas, sus luchas y sus logros. El mundo mira a África como al continente de la esperanza. En efecto, Uganda ha sido bendecida por Dios con abundantes recursos naturales, que ustedes tienen el cometido de administrar con responsabilidad. Pero, sobre todo, la nación ha sido bendecida en su gente: sus familias fuertes, sus jóvenes y sus ancianos... que son la memoria viva de todos los pueblos''.

Francisco elogió igualmente la ''preocupación excepcional'' que Uganda había mostrado por acoger a los refugiados, ''para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona el ganarse el sustento mediante un trabajo honrado. Nuestro mundo, atrapado en guerras, violencia, y diversas formas de injusticia, es testigo de un movimiento de personas sin precedentes. La manera como los tratamos es una prueba de nuestra capacidad de humanidad, de nuestro respeto por la dignidad humana y, sobre todo, de nuestra solidaridad con estos hermanos y hermanas necesitados''.

''Deseo seguir alentando -dijo al final de su discurso- los muchos esfuerzos que de modo discreto se están realizando en favor de los pobres, los enfermos y todos los que pasan dificultad. En estos pequeños signos se manifiesta el alma verdadera de un pueblo. En muchos sentidos, nuestro mundo experimenta hoy un crecimiento armónico; al mismo tiempo, sin embargo, vemos con preocupación la globalización de una ''cultura del descarte'', que nos hace perder de vista los valores espirituales, endurece nuestros corazones ante las necesidades de los pobres y roba la esperanza a nuestros jóvenes''.



''Con el deseo de encontrarme con ustedes y compartir este tiempo juntos, pido a Dios que usted, Señor Presidente, y todo el querido pueblo de Uganda respondan siempre a los valores que han forjado el alma de su nación. Invoco de todo corazón sobre todos ustedes las abundantes bendiciones del Señor'', concluyó.

En el santuario de Munyonyo el Papa pide que los mártires ugandeses concedan a los catequistas la gracia de ser maestros de sabiduría


Ciudad del Vaticano, 28 noviembre 2015 (VIS).- Finalizado su encuentro con la clase dirigente de Uganda, el Papa recorrió en automóvil los 38 km., que separan Entebbe de Munyonyo, el lugar donde el rey Mwanga (1884-1903) tomó la decisión de exterminar a los cristianos y donde fueron asesinados lor primeros cuatro mártires de Uganda en mayo de 1886, entre los cuales San Andrés Kaggwa, patrono de los catequistas ugandeses. tra il 15 novembre 1885 e il 27 gennaio 1887.Todos los años los catequistas se reunen en la zona del santuario de Munyonyo, confiado a los Franciscanos Conventuales, donde se está construyendo una nueva iglesia que tendrá capacidad para mil personas. Entre los catequistas que participaron en el encuentro con el Santo Padre había también una representación de los maestros del Uganda National Council of Laity, dado que los laicos hahn jugado y juegan un papel muy importante en la evangelización del país.

A su llegada, Francisco fue recibido por el Superior de los Franciscanos y por el arzobispo de Kampala Cyprian Kizito Lwanga, que lo acompañaron al atrio de la iglesia donde plantó un árbol, regándolo con agua, junto al arzobispo y los líderes de las Confesiones Ortodoxa y Protestante para subrayar la dimensión ecuménica de los mártires ugandeses, porque a los veintidós servidores, pajes y funcionarios del rey Mwanga II, convertidos al catolicismo por los misioneros de África, hay que unir las decenas de anglicanos asesinados bajo el reinado de Mwanga.

Después de bendecir la nueva estatua de San Andrés Kaggywa, colocada en el lugar de su martirio, el Papa dirigió un discurso a los catequista agradecíendoles en primer lugar, sus sacrificios para llevar adelante su misión. ''Ustedes enseñan -dijo lo que Jesús enseñó. Instruyen a los adultos y ayudan a los padres para que eduquen a sus hijos en la fe, y lleváis a todos la alegría y la esperanza de la vida eterna. Gracias por su dedicación, por el ejemplo que ofrecen, por la cercanía al pueblo de Dios en su vida cotidiana y por los tantos modos en que plantan y cultivan la semilla de la fe en toda esta vasta tierra. Gracias especialmente por el hecho de enseñar a rezar a los niños y a los jóvenes''.

''Sé que su trabajo, aunque gratificante, no es fácil. Por eso les animo a perseverar, y pido a sus Obispos y a sus sacerdotes que les den una formación doctrinal, espiritual y pastoral que les ayude cada vez más en su acción. Aun cuando la tarea parece difícil, los recursos resultan insuficientes y los obstáculos demasiado grandes, les hará bien recordar que el suyo es un trabajo santo. El Espíritu Santo está presente allí donde se proclama el nombre de Cristo. Él está en medio de nosotros cada vez que en la oración elevamos el corazón y la mente a Dios. Él les dará la luz y la fuerza que necesitan. El mensaje que llevan hundirá más sus raíces en el corazón de las personas en la medida en que ustedes sean no solo maestros, sino también testigos. Que su ejemplo haga ver a todos la belleza de la oración, el poder de la misericordia y del perdón, la alegría de compartir la Eucaristía con todos los hermanos y hermanas''.

''La comunidad cristiana en Uganda ha crecido mucho gracias al testimonio de los mártires -recordó. Ellos han dado testimonio de la verdad que hace libres; estuvieron dispuestos a derramar su sangre para permanecer fieles a lo que sabían que era bueno, bello y verdadero. Estamos hoy aquí en Munyonyo, donde el Rey Mwanga decidió eliminar a los seguidores de Cristo. No tuvo éxito en su intento, como tampoco el Rey Herodes consiguió matar a Jesús. La luz brilló en las tinieblas y las tinieblas no prevalecieron. Después de haber visto el valiente testimonio de san Andrés Kaggwa y de sus compañeros, los cristianos en Uganda creyeron todavía más en las promesas de Cristo''.

''Que san Andrés, su Patrón, y todos los catequistas ugandeses mártires- finalizó el Pontífice- obtengan para ustedes la gracia de ser maestros con sabiduría, hombres y mujeres cuyas palabras estén colmadas de gracia, de un testimonio convincente del esplendor de la verdad de Dios y de la alegría del Evangelio. Vayan sin miedo a cada ciudad y pueblo de este país para difundir la buena semilla de la Palabra de Dios, y tengan confianza en su promesa de que volverán contentos, con gavillas de abundante cosecha''.


Acabado el encuentro el Papa regresó a la nunciatura de Kampala, donde recibió la visita del Presidente de Sudán del Sur Salva Kiir. El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P- Federico Lombardi subrayó ayer que dicha visita representa un gesto especial que atestigua la atención con la que el Santo Padre sigue la atormentada situación de ese país, el más joven de África, -independiente desde julio de 2011- y que cuenta entre sus fundadores con un obispo católico, mons. Cesare Mazzolari, fallecido poco después del nacimiento de Sudán del Sur que en sus cinco años de vida no ha conocido la paz, no obstante los ideales que inspiraron su nacimiento fueran los de la pacificación entre las etnias y con Sudán''.

En los santuarios de Namugongo: ''Recordamos con gratitud el sacrificio de los mártires ugandeses católicos y anglicanos''


Ciudad del Vaticano, 28 de noviembre de 2015 (Vis).-A primera hora de esta mañana, el Papa ha visitado el santuario anglicano de Namugongo (bajo la jurisdicción de la Iglesia de Uganda) que surge en el lugar del martirio de 25 mártires ugandeses (1884-1887), católicos y anglicanos, cuyas reliquias se conservan en una capilla adyacente al edificio sacro que dista pocos kilómetros del santuario católico. Francisco fue acogido por el arzobispo anglicano Stanley Ntagali y descubrió una placa conmemorativa cerca de la capilla, restaurada en fecha reciente, y se dirigió al lugar donde los mártires fueron condenados, torturados y asesinados. En el santuario había una nutrida representación, 40 obispos, del episcopado anglicano ugandés. Después de rezar durante unos minutos en silencio, el Santo Padre se despidió del arzobispo Ntagali para recorrer en papamóvil los tres kilómetros que separan el santuario anglicano del católico.

El santuario nacional católico de Namugongo surge en una gran parque natural donde las ceremonias religiosas se desarrollan a menudo al aire libre, dada la gran afluencia de fieles. La forma de la iglesia recuerda la de las cabañas de la etnia Baganda y se asienta sobre 22 pilastras que recuerdan a los 22 mártires católicos. Frente a la entrada principal de la basílica, bajo el gran altar está el lugar donde Carlos Lwanga fue quemado vivo en 1886. La iglesia fue consagrada por el beato Pablo VI durante su viaje apostólico a Uganda en 1969 y es meta de peregrinaciones a lo largo del año, pero sobre todo el 3 de junio, día del martirio de Carlos Lwanga.

Antes de celebrar la Eucaristía, Francisco se detuvo en la basílica para rezar ante el altar que conserva las reliquias de Carlos Lwanga. Después dio una vuelta en papamóvil para saludar a los miles de fieles que participaron en la misa votiva por el quincuagésimo aniversario de la canonización de los mártires de Uganda y pronunció la siguiente homilía:

''Desde la época Apostólica hasta nuestros días, ha surgido un gran número de testigos para proclamar a Jesús y manifestar el poder del Espíritu Santo. Hoy, recordamos con gratitud el sacrificio de los mártires ugandeses, cuyo testimonio de amor por Cristo y su Iglesia ha alcanzado precisamente ''los extremos confines de la tierra''. Recordamos también a los mártires anglicanos, su muerte por Cristo testimonia el ecumenismo de la sangre. Todos estos testigos han cultivado el don del Espíritu Santo en sus vidas y han dado libremente testimonio de su fe en Jesucristo, aun a costa de su vida, y muchos de ellos a muy temprana edad''.

''También nosotros hemos recibido el don del Espíritu, que nos hace hijos e hijas de Dios, y también para dar testimonio de Jesús y hacer que lo conozcan y amen en todas partes. Hemos recibido el Espíritu cuando renacimos por el bautismo, y cuando fuimos fortalecidos con sus dones en la Confirmación. Cada día estamos llamados a intensificar la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, a ''reavivar'' el don de su amor divino para convertirnos en fuente de sabiduría y fuerza para los demás''.

''El don del Espíritu Santo se da para ser compartido. Nos une mutuamente como fieles y miembros vivos del Cuerpo místico de Cristo. No recibimos el don del Espíritu sólo para nosotros, sino para edificarnos los unos a los otros en la fe, en la esperanza y en el amor. Pienso en los santos José Mkasa y Carlos Lwanga que, después de haber sido instruidos por otros en la fe, han querido transmitir el don que habían recibido. Lo hicieron en tiempos difíciles. No estaba amenazada solamente su vida, sino también la de los muchachos más jóvenes confiados a sus cuidados. Dado que ellos habían cultivado la propia fe y habían crecido en el amor de Cristo, no tuvieron miedo de llevar a Cristo a los demás, aun a precio de la propia vida. Su fe se convirtió en testimonio; venerados como mártires, su ejemplo sigue inspirando hoy a tantas personas en el mundo. Ellos siguen proclamando a Jesucristo y el poder de la cruz''.

''Si, a semejanza de los mártires, reavivamos cotidianamente el don del Espíritu Santo que habita en nuestros corazones, entonces llegaremos a ser de verdad los discípulos misioneros que Cristo quiere que seamos. Sin duda, lo seremos para nuestras familias y nuestros amigos, pero también para los que no conocemos, especialmente para quienes podrían ser poco benévolos e incluso hostiles con nosotros. Esta apertura hacia los demás comienza en la familia, en nuestras casas, donde se aprende a conocer la misericordia y el amor de Dios. Y se expresa también en el cuidado de los ancianos y de los pobres, de las viudas y de los huérfanos''.

''El testimonio de los mártires nuestra, a todos los que han conocido su historia, entonces y hoy, que los placeres mundanos y el poder terreno no dan alegría ni paz duradera. Es más, la fidelidad a Dios, la honradez y la integridad de la vida, así como la genuina preocupación por el bien de los otros, nos llevan a esa paz que el mundo no puede ofrecer. Esto no disminuye nuestra preocupación por las cosas de este mundo, como si mirásemos solamente a la vida futura. Al contrario, nos ofrece un objetivo para la vida en este mundo y nos ayuda a acercarnos a los necesitados, a cooperar con los otros por el bien común y a construir, sin excluir a nadie, una sociedad más justa, que promueva la dignidad humana, defienda la vida, don de Dios, y proteja las maravillas de la naturaleza, la creación, nuestra casa común'.

''Queridos hermanos y hermanas, esta es la herencia que han recibido de los mártires ugandeses: vidas marcadas por la fuerza del Espíritu Santo, vidas que también ahora siguen dando testimonio del poder transformador del Evangelio de Jesucristo. Esta herencia no la hacemos nuestra como un recuerdo circunstancial o conservándola en un museo como si fuese una joya preciosa. En cambio, la honramos verdaderamente, y a todos los santos, cuando llevamos su testimonio de Cristo a nuestras casas y a nuestros prójimos, a los lugares de trabajo y a la sociedad civil, tanto si nos quedamos en nuestras propias casas como si vamos hasta los más remotos confines del mundo''.

''Que los mártires ugandeses, junto con María, Madre de la Iglesia, intercedan por nosotros, y que el Espíritu Santo encienda en nosotros el fuego del amor divino. Omukama abawe omukisa. (Que Dios los bendiga)''.


El Papa a los jóvenes de Kenia: El tribalismo se vence escuchando, abriendo el corazón y dándose la mano


Ciudad del Vaticano, 28 de noviembre de 2015 (Vis).-Como recordarán nuestros lectores, el último acto del Papa en Kenia fue su encuentro con los jóvenes en el estadio Kasarani, donde dejando de lado el discurso preparado, prefirió responder directamente a sus preguntas en español. Reproducimos a continuación amplios extractos de las respuesas que Francisco dio a los jóvenes keniotas:

''Existe una pregunta en la base de todas las preguntas que me hicieron : ¿Por qué suceden las divisiones, las peleas, las guerras, las muertes, los fanatismos...? ¿Por qué existe ese deseo de destruirnos? En las primeras páginas de la Biblia, después de todas esas maravillas que hizo Dios, un hermano mata a otro hermano. El espíritu del mal nos lleva a la destrucción, y el espíritu del mal nos lleva a la desunión, nos lleva al tribalismo, a la corrupción, a la drogadicción, nos lleva a la destrucción por los fanatismos. Manuel preguntaba, ¿cómo hacer para que un fanatismo ideológico no nos robe a un hermano, no nos robe a un amigo?...Lo primero que yo respondería es que un hombre pierde lo mejor de su ser humano, una mujer pierde lo mejor de su ser humano, cuando se olvida de rezar, porque se siente omnipotente, porque no siente necesidad de pedir ayuda, delante de tantas tragedias. ...La vida está llena de dificultades, pero hay dos maneras de mirar las dificultades: o lo mirás como algo que te bloquea, te destruye y te detiene, o lo mirás como una oportunidad. A vos te toca elegir:... dejarme vencer por la dificultad o transformar la dificultad en una oportunidad para vencer yo? Y ahora, algunas dificultades que ustedes nombraron, que son desafíos''.

''Un desafío que mencionó Lynette es el del tribalismo. El tribalismo destruye una nación. .... El tribalismo sólo se vence con el oído, con el corazón y con la mano. Con el oído: ¿Cuál es tu cultura?, ¿por qué sos así?, ¿por qué tu tribu tiene estas costumbres?, ... Con el corazón: una vez que escuché con el oído la respuesta abro el corazón y tiendo la mano para seguir dialogando.... Yo los quiero invitar ahora, a ustedes jóvenes ...y que todos nos tomemos de la mano, de pie, como un signo contra el tribalismo. Todos somos una nación... Vencer el tribalismo es un trabajo de todos los días. Un trabajo del oído: escuchar al otro. Un trabajo del corazón: abrir mí corazón al otro. Y un trabajo de las manos: darse las manos uno con otro. Y ahora nos damos la mano unos con otros''.

''Otra pregunta... es la de la corrupción. ...La corrupción es algo que se nos mete adentro; es como el azúcar, es dulce, nos gusta, es fácil, y después terminamos mal. De tanta azúcar fácil terminamos diabéticos o nuestro país termina diabético. Cada vez que aceptamos una coima, y la metemos en el bolsillo, destruimos nuestro corazón, destruimos nuestra personalidad y destruimos nuestra patria....Lo que vos robás con la corrupción... también va a quedar ... en el corazón de tantos hombres y mujeres que quedaron heridos por tu ejemplo de corrupción. Va a quedar en la falta de bien que pudiste hacer y no hiciste. Va a quedar en los chicos enfermos, con hambre, porque el dinero que era para ellos, por tu corrupción, te lo guardaste para vos. Chicos y chicas, la corrupción no es un camino de vida, es un camino de muerte''.

''Manuel hizo preguntas incisivas también.¿Qué podemos hacer para impedir el reclutamiento de nuestros seres queridos? ¿Qué podemos hacer para hacerlos volver? Para responder esto tenemos que saber por qué un joven, lleno de ilusiones, se deja reclutar... y se aparta de su familia, de sus amigos, de su tribu, de su patria, se aparta de la vida porque aprende a matar. Y ésta es una pregunta que ustedes tienen que hacer a todas las autoridades: Si un joven o una joven no tiene trabajo, no puede estudiar, ¿qué puede hacer? ...Lo primero que tenemos que hacer, para evitar que un joven sea reclutado o quiera ser reclutado, es educación y trabajo. Si un joven no tiene trabajo, ¿qué futuro le espera? Y ahí entra la idea de dejarse reclutar.... Ahí está el peligro. Es un peligro social que está más allá de nosotros, incluso más allá del país, porque depende de un sistema internacional que es injusto, que tiene al centro de la economía no a la persona, sino al dios dinero''

Otra pregunta fue: ¿Cómo podemos ver la mano de Dios en las tragedias de la vida?: ''Mirá esta pregunta se la hacen los hombres y las mujeres de todo el mundo, de una u otra manera, y no encuentran explicación. Más aún, hay preguntas que por más que te rompas la cabeza pensando no vas a encontrar explicación. ¿Cómo puedo ver la mano de Dios en una tragedia de la vida? Hay una sola… iba a decir una sola respuesta. No, no es respuesta, hay un solo camino: mirá al Hijo de Dios. Dios lo entregó para salvarnos a todos. Dios mismo se hizo tragedia. Dios mismo se dejó destruir en la cruz. Y cuando estés que no entendés algo, cuando estés desesperado, cuando se te viene el mundo encima, mirá la cruz. Ahí está el fracaso de Dios, ahí está la destrucción de Dios, pero también ahí está un desafío a nuestra fe: la esperanza''.

''Y una última pregunta...: ¿Qué palabras tiene por los jóvenes que no experimentan amor de sus familias? ¿Es posible salir de esta experiencia? En todas partes hay chicos abandonados, o porque los abandonaron cuando nacieron o porque la vida los abandonó ‒o la familia, o los padres‒, y no sienten el afecto de la familia. Por eso la familia es tan importante.... Hay un solo remedio para salir de esas experiencias: hacer aquello que yo no recibí. Si vos no recibiste comprensión, sé comprensivo con los demás; si vos no recibiste amor, amá a los demás; si vos sentiste el dolor de la soledad, acercáte a aquellos que están solos. La carne se cura con la carne, y Dios se hizo carne para curarnos a nosotros. Hagamos lo mismo nosotros con los demás''.



Mensaje del Papa a los participantes en el V Festival de la Doctrina Social de la Iglesia: El verdadero cambio comienza por nosotros mismos



Ciudad del Vaticano, 28 noviembre 2015 (VIS).- ''La realidad simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos se debe establecer un diálogo permanente, evitando que la idea termine separada de la realidad. Es peligroso vivir en el reino de la palabra, de la imagen, y del sofisma. Para evitar el peligro de vivir fuera de la realidad, se deben abrir los ojos y el corazón''. Son las primeras palabras del vídeo mensaje que el Papa Francisco envió ayer por la tarde a los participantes del V Festival de la Doctrina Social de la Iglesia cuyo lema este año es ''El desafío de la realidad''.

''Nuestra vida se compone de muchas cosas, -continúa- un río de noticias, muchos problemas: todo esto nos empuja a no ver, a no ser conscientes de los problemas de las personas que nos rodean. La indiferencia parece ser una medicina que nos protege de la implicación, se convierte en una manera de sentirse más tranquilos. Esta es la indiferencia. Pero este distanciamiento es una manera que defiende el egoísmo y nos hace tristes. El desafío de la realidad exige también la capacidad de diálogo, para construir puentes en lugar de muros. Este es el momento para el diálogo, no la defensa de la rigidez de la oposición''. Francisco de esta forma, invita a afrontar "el reto de descubrir y transmitir la mística, el vivir juntos, el mezclarse, el agarrase del brazo, apoyarse, participar a esta manera un poco caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia fraternidad, en una caravana de solidaridad, en una santa peregrinación''.

''El desafío de la realidad, sin embargo, insta a un cambio. Todo el mundo siente la necesidad de un cambio, porque se nota que hay algo que va mal... El verdadero cambio comienza por nosotros mismos y es un fruto del Espíritu Santo. Las personas interiormente cambiadas por el Espíritu, conducen también a un cambio social''.


Antes de finalizar, el Papa menciona el ''desafío ecológico'', escuchar el grito de la Madre Tierra. ''El respeto por las criaturas y la creación -dice- es un gran desafío para el futuro del hombre. El hombre y la creación están inextricablemente unidos''. Francisco destaca que aunque pensemos que este tema corresponda a la política, la economía o a las decisiones estratégicas sobre el desarrollo, ''nada puede sustituir nuestro compromiso personal''. ''La sobriedad, el consumo consciente, un estilo de vida que da la bienvenida a la creación como un don y excluye las formas de posesión depredadoras y exclusivas, -finaliza- es el modo concreto por el que se crea una nueva sensibilidad. Si somos muchos los que vivimos así, toda la sociedad se verá afectada positivamente y escuchará el grito de la tierra y el grito de los pobres''. 

Actos Pontificios


Ciudad del Vaticano, 28 de noviembre de 2015 (Vis).-El Santo Padre aceptó la renuncia del obispo Laurent Akran Mandjo al gobierno pastoral de la diócesi de Yopougon (Costa de Marfil) por límite de edad. Le sucede el obispo Jean Salomon Lezoutié, hasta ahora coadjutor de la misma diócesis.


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